Etimología

Con respecto a su etimología, la palabra “hobby” es un préstamo del inglés al español, que proviene en su origen de la construcción o palabra compleja “hobby horse” (caballo pequeño) en la que se hace la elisión de la partícula “horse”, quedando solo la forma “hobby”.

De acuerdo a los expertos, esta partícula compuesta “hobby horse” se empleaba para referirse a un caballo de juguete con los que los niños pasaban sus horas de juego, por ende, que esta palabra se usara finalmente para designar un pasatiempo.

Tiempo destinado para un hobby

Tomando en cuenta entonces que los hobbies se realizan por placer, y con fines recreativos, entonces no reciben la misma dedicación que actividades un poco más demandantes y obligatorias, como por ejemplo la jornada laboral.

En tal sentido, entonces el hobby es algo que se realiza a demanda durante el tiempo libre, con el fin de buscar distracción y relajación con alguna actividad que produzca placer. Otra característica que presenta el hobby es que no se realiza con el fin de obtener una remuneración económica.

Por ende, un hobby lejos de ser una pasión o una vocación frustrada, en realidad, es algo que se hace para pasar el tiempo, aliviar un poco el estrés de la vida diaria y salir un poco de la rutina impuesta por las distintas obligaciones.

Clases de hobby

Aunque en realidad un hobby es cualquier cosa que pueda resultar divertido durante algún tiempo, las fuentes especializadas señalan que estas actividades pueden clasificarse según dos distintas clases:

Prácticas: cuando requieren actividad física, como por ejemplo jugar golf, practicar jardinería, coleccionar piezas, practicar magia, construir barcos o aviones a escala, nadar.

Intelectuales: por su parte, también puede hablarse de aficiones o hobbies que requieran más una actividad intelectual, como por ejemplo llenar crucigramas, resolver acertijos, leer, responder adivinanzas, entre otros.