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Definición
La “H, h” es la octava letra del alfabeto español, en orden consecutivo, así como la sexta consonante que se puede encontrar en este inventario de grafemas, es decir que la g representa un fonema del Español, cuenta con el nombre “hache” para el singular, y “haches” para el plural. Con respecto a su forma, se acepta “h” para la minúscula, y “H” para la mayúscula. Es la única letra del alfabeto español que no tiene fonema, es decir, que no se pronuncia.
El origen de la “H, h” puede rastrearse hasta la lengua protosinaítica, en donde fue representada como un nudo de dos partes, y refería al concepto de “cerrado”. Así mismo, el pueblo fenicio la tomó, y aun cuando la representaron como una cerca, mantuvieron el concepto de “cerrado”, de ahí que escogieran la cerca.
Posteriormente, según señalan las distintas fuentes, la H pasó al etrusco, en donde tomó una forma parecida a la cerca de los fenicios, pero conservó solo una barra, tomando entonces una imagen bastante parecida a cómo se usa actualmente en el Español. Así también, en Fenicio esta letra encuentra sus equivalentes con los grafemas Cheth, Heth o Jeth, las cuales –entre sus ramificaciones y modificaciones posteriores- derivan en la ch y la j.
Por su parte, los griegos asumieron esta letra, sólo que conservaron la forma H con una barra para la mayúscula mientras que la minúscula era representada con la letra η. Este grafema, en el Griego recibe el nombre de eta, o ita.
Los romanos toman la H del griego, pero adoptaron para la mayúscula la misma forma H, mientras que para la minúscula usó una forma parecida, pero con la hasta un poco más alta h. Del latín pasó a las distintas lenguas romances, incluido el Español.
Usos en el Español
En cuanto a su valor fonético la “H, h” se distingue por ser el único grafema de la Lengua española que no cuenta con fonema, es decir, que es muda, en cuando no se pronuncia.
Empero, cuando la letra h forma parte del diágrafo “ch” adquiere fonema Así también sucede cuando aparece en algunas palabras extranjeras, como por ejemplo hobby, o hámster, y entonces comienza a ser pronunciada como una /j/ suave. No obstante, en la América hispanohablante su realización responde a ciertos rasgos dialectales.