Definición
Sustantivo femenino. Este vocablo se relaciona y se refiere a la habilidad, maña, pericia, destreza, desenvoltura, aptitud o la desenvoltura para hacer y obrar algo. Conjunto de operación de tipo material elaboradas para la obtención, transformación y fabricación de materiales primas hasta convertir en un producto final para satisfacer las necesidades del cliente o consumidor final. Instalación o fábrica destinada a esta actividad de tipo comercial.
Etimología
Este vocabulario en su etimología procede del latín ‘industria’, con el mismo significado.
Frase de ejemplo:
La industria automotriz desempeña un papel muy importante en América latina.
En el presente, la industria se estima como una actividad económica, que se basa en convertir la materia prima, en algún producto manufacturado. Al igual sucede con la actividad artesanal, que también consiste en lograr productos elaborados, pero de manera manual y con un valor monetario mayor, además de pocas existencias. Al revés ocurre con la industria, pues emplea maquinarias que llevan a cabo las mismas tareas, disminuyendo costos y aumentando la productividad de modo masivo.
En el siglo XVIII se desencadenó la denominada “Revolución Industrial”, un ítem en la historia que comenzó en Inglaterra, con la creación de unidades laborales que acuñaron como fábricas, en las cuales los empleados deben producir enormes cifras de productos específicos, reemplazando totalmente el ámbito artesanal.
La industria se puede definir como un sistema constituido por ingresos de materias primas, o también de bienes intermedios, al igual que salidas de bienes resultantes y procesos de innovación.
De acuerdo con la especie del producto, funcionan industrias químicas, alimenticias, farmacéuticas, armamentísticas, deportivas, automotrices, etc.
Asimismo, se encuentran las industrias pesadas y las livianas. En el primer caso, son aquellas que se especializan en producir grandes cantidades de elementos pesados, mismos que los convierten en productos semi-producidos o también llamados bienes intermedios, que se emplean en distintas industrias. Por ejemplo, una industria pesada es la metalúrgica, las cementera, la química, la petroquímica, entre otras. Mientras que en las livianas se cuentan aquellas que se enfocan en el mercado minorista, elaborando productos y bienes de consumo masivo, como la industria de aseo persona, la alimenticia, de textiles, etc.
El proceso de industrialización siempre ha conseguido mejorar la economía de las naciones de modo considerable, pues se genera un mercado en el que se puede comerciar con precios más elevados, a diferencia de si tan sólo se dedicaran a vender las materias primas, pero sin ningún proceso.