Definiciona

interjección

I - febrero 18, 2017

Definición

Sustantivo femenino. En gramática una interjección es una clase de palabra invariable que expresa una emoción, sentimiento, reacción, estado de ánimo o un acto de habla breve. Las interjecciones son característicamente exclamativas y se emplean comúnmente para transmitir una respuesta rápida y espontánea a una situación. Ejemplos de interjecciones incluyen «¡ay!», «¡uf!», «¡oh!», «¡vaya!» y «¡caramba!». Estas palabras o expresiones suelen estar aisladas dentro de la estructura gramatical de una oración y no cumplen una función sintáctica específica.

En la comunicación cotidiana, las interjecciones desempeñan un papel importante al añadir matices emocionales y énfasis a las expresiones verbales. Pueden indicar sorpresa, alegría, tristeza, dolor, molestia, admiración y muchas otras emociones humanas. Además, las interjecciones también se utilizan en el lenguaje escrito, especialmente en narrativas y diálogos, para dar vida y autenticidad a los personajes y situaciones.

Etimología

La palabra «interjección» proviene del latín interiectio, -ōnis, que a su vez se deriva del verbo intericere, que significaarrojar entre’ o ‘interponer’. El prefijo inter- significa ‘entre’ y el verbo iacere significa ‘lanzar’ o ‘arrojar’. Esta etimología refleja cómo las interjecciones son palabras que se ‘arrojan entre’ otras palabras o frases para expresar una reacción inmediata o una emoción.

El uso del término en el contexto gramatical surgió en la Edad Media, cuando los estudiosos comenzaron a clasificar las diferentes partes del discurso. Desde entonces, la noción de interjección ha sido un componente integral en la gramática de muchas lenguas, reconocida por su capacidad para transmitir emociones y estados de ánimo de manera directa y concisa.

Generalidades

Una interjección cumple con la función de expresar un sentimiento conmovedor, debido a que llega a tocar las fibras más

Algunos términos específicos se emplean como interjecciones, como en el caso de “¡Oh!”, “¡Ay!” y “¡Ah!”. El sentido que se les puede atribuir puede ser desde la burla, el desprecio, la admiración, la sorpresa, el enojo, la tristeza, la alegría, etc. Por ejemplo: “¡Uf!”, quiere demostrar fastidio o admiración. “¡Huy!”, expresa sorpresa o dolor. Este tipo de interjección que emplea palabras concretas, se denomina interjección propia.

La interjección es considerada como un signo pre-gramatical, con la capacidad de ejercer la función expresiva, conativa o representativa en una conversación o discurso. Consiste en un modo sintético del lenguaje, con el que es posible dirigirse a un interlocutor, para expresarle una emoción.

Se denomina interjección propia, a la que cuenta con un cuerpo fonético simple, empero no tienen ninguna otra función gramatical. Tal es el caso de la expresión “¡Bah!”, “¡Eh!”, “¡Zas!”. Por el contrario, una interjección impropia es aquella que se desarrolla basándose en formas verbales, nominales, adverbiales y adjetivales. Ej: “¡Ojo!”, “¡Dios mío!”, “¡Bravo!”.

Igualmente, una interjección puede clasificarse en apelativa y expresiva. La primera, también conocida como interjección directiva, se enfoca en el interlocutor, como “¡Hola!”. La segunda, conocida al igual como sintomática, se dirige hacia el propio hablante, como “¡Ay!”.

La interjección de tipo expresiva y sintomática es aquella que se encuentra relacionada con una circunstancia conmovedora, que afecta al hablante, a pesar de que en algunas situaciones el evento le haya sucedido a otra persona, animal o cosa.

Gran parte de éstas, tienden a manifestar una contestación ante un suceso externo, que puede ser bueno o malo, o el anhelo de que algo planeado se realice, etc. Ej: «¡Ay!» se puede emplear para expresar algo doloroso causado quizá por haberse golpeado. Igualmente, en el caso de alguien que haya olvidado algo en casa o para demostrarle algo de empatía, en consideración de algo malo que le ha sucedido.

Clasificación de las Interjecciones

Interjecciones Propias

Las interjecciones propias son aquellas que son interjecciones por sí mismas y no derivan de otras palabras. Son expresiones que tienen un significado fijo y se usan exclusivamente como interjecciones. Ejemplos incluyen «¡oh!», «¡ah!», «¡ay!», «¡uf!» y «¡bah!». Estas interjecciones son universales y se entienden fácilmente en muchos contextos lingüísticos debido a su naturaleza exclamativa.

Estas interjecciones son generalmente breves y están formadas por una o dos sílabas. Su brevedad y simplicidad las hacen eficaces para expresar emociones intensas y rápidas. Además, suelen ir acompañadas de entonaciones específicas que refuerzan el significado emocional que transmiten.

Interjecciones Impropias

Las interjecciones impropias son palabras o expresiones que originalmente pertenecen a otras categorías gramaticales, como sustantivos, verbos o adjetivos, pero que se utilizan como interjecciones para expresar emociones. Ejemplos incluyen «¡demonios!» (sustantivo), «¡genial!» (adjetivo) y «¡vamos!» (verbo). Aunque no son interjecciones en su origen, su uso como tales se ha consolidado en el lenguaje cotidiano.

Estas interjecciones pueden variar considerablemente en forma y longitud. A menudo se adaptan a las necesidades expresivas del hablante, permitiendo una mayor creatividad y flexibilidad en la comunicación emocional. Su significado puede ser más específico y menos universal que el de las interjecciones propias, ya que depende del contexto en el que se utilicen.

Funciones de las Interjecciones

Expresiva

La función principal de las interjecciones es expresar emociones y estados de ánimo de manera inmediata y directa. Permiten a los hablantes comunicar sentimientos como sorpresa, alegría, miedo, dolor, disgusto, entre otros, sin necesidad de construir oraciones completas. Por ejemplo, «¡ay!» expresa dolor, «¡uf!» indica alivio o cansancio, y «¡hurra!» denota alegría o celebración.

Esta función expresiva es crucial en la comunicación interpersonal, ya que añade una capa emocional que facilita la comprensión de la intención del hablante. Las interjecciones permiten una comunicación más rica y matizada, reflejando las reacciones instantáneas del hablante ante diferentes estímulos y situaciones.

Conativa

Las interjecciones también pueden tener una función conativa, es decir, pueden utilizarse para llamar la atención del oyente o para dirigir su comportamiento. Por ejemplo, «¡eh!» puede utilizarse para captar la atención de alguien, y «¡vamos!» puede usarse para incitar a alguien a actuar o moverse. En este sentido, las interjecciones actúan como comandos breves y directos.

La función conativa es especialmente evidente en situaciones de urgencia o en contextos donde se requiere una respuesta inmediata. Las interjecciones conativas son herramientas eficaces para la comunicación rápida y directa, permitiendo a los hablantes influir en las acciones de los demás de manera eficiente y sin ambigüedad.

Uso de las Interjecciones en Diferentes Contextos

Lenguaje Cotidiano

En el lenguaje cotidiano, las interjecciones son extremadamente comunes y se utilizan en una amplia variedad de situaciones. Pueden expresar emociones fuertes, como alegría («¡genial!»), tristeza («¡oh!»), sorpresa («¡vaya!»), y frustración («¡maldita sea!»). También se utilizan para responder de manera rápida y eficaz a situaciones repentinas, como «¡cuidado!» en situaciones de peligro.

Además, las interjecciones ayudan a añadir color y personalidad a las conversaciones informales. Son una parte esencial del habla espontánea y reflejan las emociones y reacciones del hablante de manera inmediata y auténtica. Este uso frecuente en la comunicación diaria subraya la importancia de las interjecciones como elementos dinámicos y expresivos del lenguaje.

Literatura y Narrativa

En la literatura y la narrativa, las interjecciones se utilizan para dar vida a los diálogos y para transmitir las emociones de los personajes de manera vívida. Los escritores emplean interjecciones para reflejar las reacciones instantáneas de los personajes, hacer que los diálogos suenen más naturales y auténticos, y para añadir ritmo y énfasis a las escenas.

Las interjecciones en la literatura pueden servir para desarrollar la caracterización de los personajes, mostrar su personalidad y sus estados emocionales, y para crear una conexión emocional más fuerte con los lectores. Este uso literario de las interjecciones demuestra su versatilidad y su capacidad para enriquecer la narrativa y la expresión artística.

Estudios Recientes y Perspectivas Futuras

Investigación Lingüística

Los estudios recientes en lingüística han explorado las interjecciones desde diversas perspectivas, incluyendo su función en la pragmática del lenguaje, su variación en diferentes lenguas y culturas, y su papel en la comunicación no verbal. La investigación ha mostrado que las interjecciones no solo varían ampliamente entre diferentes idiomas, sino que también reflejan las particularidades culturales y sociales de los hablantes.

Además, los estudios han investigado cómo las interjecciones se aprenden y utilizan en el desarrollo del lenguaje infantil, así como su papel en la adquisición de una segunda lengua. Estos estudios han revelado la importancia de las interjecciones en la competencia comunicativa y en la capacidad de los hablantes para expresar emociones y reacciones de manera efectiva.

Tecnología y Comunicación Digital

En el ámbito de la tecnología y la comunicación digital, las interjecciones han encontrado un nuevo espacio en las interacciones en línea, como en mensajes de texto, correos electrónicos y redes sociales. Las interjecciones, a menudo acompañadas de emoticonos y emojis, ayudan a transmitir tono y emoción en la comunicación escrita, compensando la falta de señales no verbales.

La investigación futura podría centrarse en cómo las interjecciones evolucionan en el contexto digital y en las nuevas formas de comunicación mediadas por la tecnología. La capacidad de las interjecciones para adaptarse a estos nuevos medios subraya su flexibilidad y su relevancia continua en la expresión humana, independientemente del formato de comunicación.