Definición
Sustantivo masculino. Esta palabra se refiere a la acción o el acto de jugar por motivo de diversión, entretenimiento o esparcimiento. Ejercicio de tipo recreativo o de competencia sometido a una regla o norma y en el cual, se gana o se pierde en ella. Actividad de tipo intrascendente, que no ofrece ningún obstáculo. Elemento y objeto necesario para este tipo de actividad. Software informativo o tecnológico que se emplea para entretener por medio de un dispositivo electrónico.
Etimología
Este término etimológicamente viene del latín bajo denominación ‘iocus’.
La definición más general de juego, es una acción voluntaria, que se ejecuta en un momento y en un lugar, con estados de ánimo que van desde lo tensional hasta la emoción alegre, en la que libremente se aceptan las reglas, con un objetivo específico y teniendo en cuenta que normalmente, esto no sería normal dentro del comportamiento cotidiano.
El juego para que sea tal, no debe ser impuesto, sino una opción plenamente autónoma. Gracias a jugar, la imaginación se desarrolla, al igual que muchas capacidades y destreza psicofísica, dependiendo la clase de juego. Exige plena atención y esfuerzo, pero genera satisfacción y diversión.
El juego no es exclusividad de los humanos, sino también de varios animales, como por ejemplo los gatos, los caballos y los perros, que especialmente cuando son cachorros, por instinto y naturalmente juegan, sin que nadie les haya enseñado, ni tampoco usan reglas. Pero en la medida en que van creciendo, al igual que los humanos, se tornan más inactivos, sobre todo estos últimos debido a las múltiples responsabilidades y desgaste físico-mental.
Las diversas culturas de las épocas y la geografía, han experimentado con juegos, pues es una forma nata de expulsar el estrés y la tensión de las normas sociales acostumbradas. Algunos investigadores consideran que el juego es mucho antes que la cultura, pues es propio de lo instintivo.
En la actualidad, el mundo se ha volcado hacia los juegos virtuales y electrónicos, en los que perfectamente se pueden pasar horas entreteniéndose con éstos, con la posibilidad de interactuar con otros jugadores, o competir contra la máquina. La polémica sobre el particular crece cada vez más, al notar que estos juegos crean adicción, al igual que desconecta de la naturaleza, la familia, la sociedad y los juegos esenciales, mismos que exigen contacto con otras personas.
En un sentido diferente, se habla de “juego de palabras”, para designar una forma de combinación de términos de modo armonioso y en algunas ocasiones, graciosa. O se habla de un juego de sábanas, de muebles de luces, de alcoba, de cartas, etc.