Etimología

El término metempsicosis es de origen griego en la palabra «μετεμψύχωσις», compuesto del prefijo «meta» (μετα), que significa «más allá»; del infijo «Éν», que significa «en» o «dentro» (en este punto la «n» cambia a «m» antes de la letra p por eufonía); del término  Ψυχη, «psyche» que significa «alma», y del sufijo ωσις, «osis» que significa «proceso».

Así las cosas, es un término bastante complejo, pero que significaría tanto como «proceso del alma que la lleva más hacia adentro«, refiriéndose por ello el paso de ella a través de diferentes reinos para procurarle aprendizaje (omitiendo aquí el proceso de degradación que eventualmente sufrirá en el caso que, una vez conquistado el reino humano, pase otra vez a reinos inferiores.)

Para los defensores de tal idea, la metempsicosis consiste en la transmigración del alma a través de los diferentes reinos de la naturaleza, comenzando por el mineral, siguiendo en el vegetal, pasando posteriormente al animal y teminando en el reino humano. Esta migración del alma a través de dichos reinos sería necesaria para despertar su conciencia poco a poco, en forma paulatina, además de proveerla de la sabiduría de los diferentes reinos.

Una forma más avanzada de la metempsicosis sugiere que las almas degeneradas pueden pasar del reino humano al reino animal, en especies degeneradas, y posteriormente al reino vegetal, para volver finalmente al reino mineral (también en formas degeneradas o nocivas).

Esto es especialmente difundido en el budismo en el que se habla de la fijación de las almas a la Rueda del Samsara, misma a la que estarán irremisiblemente atadas a menos que surja un despertar tal de la conciencia que les permita liberarse, emanciparse de la serie de nacimientos y de muertes.

En el gnosticismo esta creencia también es bien arraigada, y se presenta casi en forma idéntica. Sin embargo, en las religiones paganas parece que la creencia en la metempsicosis era algo más corriente y que tendría buen éxito hasta que la prédica cristiana impondría un nuevo concepto del alma.

La metempsicosis, en estricto sentido, es diferente de la reencarnación y de la transmigración de las almas. Estas dos últimas no sería otra cosa que el paso del alma por diferentes cuerpos humanos, dentro del mismo reino humano, sin pasar en ningún momento a algún reino diferente.

Usos y aplicaciones de metempsicosis

La metempsicosis serviría para proporcionarle la sabiduría de los diferentes reinos de la naturaleza al alma migrante, mismos que le podrán servir para conocer su naturaleza y, eventualmente, libertarse del mundo de la materia, de la rueda del Samsara.

En tiempos antiguos la creencia en la metempsicosis, sirvió para configurar parcialmente el credo de las religiones paganas.

En tiempos modernos la metempsicosis también halla asidero en algunas creencias animistas, de pueblos aborígenes.

En cierta forma, la noción de la metempsicosis, se opone al concepto de la «preexistencia del alma», difundido por el cristianismo.