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Definición
Afillar es un verbo activo de uso obsoleto que no se encuentra registrado en la Real Academia Española y que se empleaba para referirse al acto de prohijar o adoptar a un hijo, asumiendo la responsabilidad de su sustento y cuidado.
Etimología
La palabra «afillar» tiene su origen en diversas raíces lingüísticas. El prefijo «a», proveniente del latín «ad», denota cercanía o dirección hacia algo. «Fillo» proviene del gallego y portugueses antiguos, siendo una forma arcaica de «hijo» en español. Finalmente, el sufijo flexivo «ar» se añade al verbo para formar su infinitivo.
La etimología de «afillar» nos lleva a la idea de acoger o hacer propio a un hijo, estableciendo un vínculo de responsabilidad y afecto hacia él.
Significado amplio
1. Proceso de prohijamiento
Afillar, aunque en desuso, representa un proceso importante en el ámbito de la paternidad y la filiación. Este proceso implica más que la simple adopción legal de un hijo, ya que conlleva el compromiso emocional y moral de criar, educar y proteger al niño como si fuera propio.
El acto de afiliar a un hijo implica un profundo sentido de responsabilidad y amor hacia el menor, proporcionándole un entorno familiar estable y afectuoso para su desarrollo integral.
2. Responsabilidad parental
Afillar también implica asumir la responsabilidad parental en todas sus dimensiones, desde la provisión de las necesidades básicas del niño hasta el apoyo emocional y la orientación en su crecimiento y desarrollo.
Los padres que afilan a un hijo se comprometen a brindarle todo el cuidado y el afecto necesarios para su bienestar y su felicidad, independientemente de su origen biológico.
Características
El acto de afiliar a un hijo se caracteriza por:
1. Amor incondicional: Los padres que afilan a un hijo lo hacen con un amor profundo y sincero, dispuestos a darlo todo por su bienestar y su felicidad.
Este amor incondicional es la base sobre la cual se construye la relación entre padres e hijos, fortaleciendo los lazos familiares y fomentando un sentido de pertenencia y seguridad en el menor.
2. Compromiso a largo plazo: Afillar implica un compromiso a largo plazo con el bienestar del niño, desde la infancia hasta la edad adulta.
Los padres adoptivos asumen la responsabilidad de criar y educar al niño, brindándole el apoyo y la orientación necesarios para que pueda alcanzar su máximo potencial en la vida.
Clasificación
El afillamiento puede clasificarse en diferentes categorías, tales como:
1. Afillamiento legal: Aquel que se lleva a cabo a través de un proceso legal de adopción, garantizando los derechos y deberes tanto del adoptante como del adoptado.
2. Afillamiento emocional: La conexión afectiva y emocional que se establece entre el hijo adoptivo y los padres, independientemente de la relación biológica.
Ejemplos
Un ejemplo de afillamiento puede ser el caso de una pareja que decide adoptar a un niño huérfano y brindarle un hogar amoroso y estable donde pueda crecer y desarrollarse plenamente.
Otro ejemplo podría ser el de un adulto que decide afiliar a un familiar cercano, como un sobrino o una sobrina, para ofrecerle una mejor calidad de vida y oportunidades de desarrollo.