Definiciona

bautismo

B - enero 14, 2015

Definición

Sustantivo masculino. Se define como uno de los primeros sacramentos de la iglesia cristiana en sus diversas denominaciones, como la católica, protestante y ortodoxa. A través del bautismo, se confiere el estado de gracia, se reconoce a la persona como hijo de Dios, se integra formalmente a la comunidad de la iglesia y se le otorga el carácter de cristiano. En diversas religiones y culturas, el bautismo también es entendido como un rito de purificación. En términos generales, se refiere a la acción o el acto de bautizar.

Etimología

La palabra «bautismo» proviene del latín «baptismus» y este, a su vez, del griego «βαπτισμός» (baptismós), que significa «inmersión» o «sumergimiento». El término griego «βαπτίζειν» (baptízein) se compone del verbo «βάπτειν» (báptein), que significa «sumergir» o «mojar«. La raíz del verbo sugiere un acto de inmersión en agua, lo cual es coherente con la práctica ritual del bautismo en muchas tradiciones cristianas.

El sufijo «-ismos» en griego, transformado en «-ismus» en latín y posteriormente en «-ismo» en español, denota una acción o proceso, así como su resultado. En el caso de «bautismo», refiere tanto al acto de sumergir en agua como al estado de quien ha sido bautizado.

El concepto de bautismo tiene sus orígenes en prácticas de purificación presentes en antiguas religiones y culturas, donde el agua simboliza limpieza y renovación. La adopción del término y su práctica en el cristianismo se debe a la importancia del rito en la vida y ministerio de Jesús de Nazaret, quien fue bautizado por Juan el Bautista en el río Jordán, según los Evangelios.

Significado amplio

En el contexto cristiano, el bautismo no es solo un rito de purificación, sino también un acto de iniciación y pertenencia a la comunidad de creyentes. Se cree que a través del bautismo se perdonan los pecados originales y personales, y se recibe el Espíritu Santo, marcando el inicio de una nueva vida en Cristo.

El bautismo puede administrarse de varias maneras, dependiendo de la tradición denominacional. Las formas más comunes son la inmersión total en agua, la ablución (derramamiento de agua sobre la cabeza) y la aspersión (rociado de agua). Cada método simboliza la limpieza espiritual y la renovación del individuo.

En algunas tradiciones, el bautismo se realiza en la infancia, bajo la creencia de que es esencial para la salvación y la incorporación temprana a la iglesia. En otras, se practica el bautismo de adultos, enfatizando la necesidad de una profesión de fe consciente y personal antes de recibir el sacramento.

Además del cristianismo, existen otros contextos religiosos y culturales donde se practican ritos similares al bautismo, que también simbolizan purificación, renacimiento y entrada a una comunidad.

Historia

El bautismo como rito tiene raíces en las prácticas judías de purificación con agua, como las mikvá. En el Nuevo Testamento, el bautismo de Jesús por Juan el Bautista marca un momento crucial, simbolizando el inicio de su ministerio público. Los primeros cristianos adoptaron y adaptaron esta práctica, desarrollando teologías específicas sobre su significado y efectos.

Durante los primeros siglos del cristianismo, el bautismo se realizaba principalmente por inmersión total, simbolizando la muerte y resurrección con Cristo. Con el tiempo, y debido a diferentes circunstancias, las prácticas se diversificaron, y se introdujeron otras formas de administración del sacramento.

El Concilio de Trento en el siglo XVI reafirmó la importancia del bautismo en la doctrina católica, estableciendo normas y condenando las prácticas que consideraba heréticas. En la Reforma Protestante, el bautismo fue un tema de debate, resultando en variaciones significativas entre las diferentes ramas protestantes.

Usos y ejemplos

El bautismo se practica en ceremonias religiosas y es a menudo acompañado por rituales y celebraciones familiares. En la Iglesia Católica, se administra generalmente a los infantes, marcando su entrada a la comunidad de fieles. En las iglesias protestantes, puede realizarse tanto a infantes como a adultos, dependiendo de la denominación y las creencias individuales.

En la Iglesia Ortodoxa, el bautismo se realiza por inmersión y se acompaña de otros sacramentos, como la crismación (confirmación) y la primera comunión. En algunas iglesias evangélicas y bautistas, el bautismo se reserva para quienes hacen una profesión de fe consciente, simbolizando su decisión personal de seguir a Cristo.