Creatividad

Etimología

Este término se constituye con lexemas del latín y presenta la acepción etimológica de “cualidad propia de crear”. Se compone con la partícula latina ‘creare’, que traduce engendrar, sumado al vocablo ‘tivus’, un sufijo que hace referencia de una relación de tipo activo o pasivo, concluido por el sufijo dad, que alude a una cualidad.

A la creatividad también se le conoce como pensamiento original, un proceso de la mente que surge desde la imaginación y abarca diversos procesos psicológicos concatenados. Tales procesos no han pasado por una total comprensión por parte de la fisiología. La virtud de la creatividad se puede estimar por el resultado último y como un proceso que se realiza con el pasar de los años y se destaca por la originalidad, así como la facilidad de adaptación y sus probabilidades de ejecución específica.

El cerebro de las personas cuenta con dos hemisferios, cada uno con habilidades y facultades distintas y todo indica que este contraste de competencias es propio de los seres humanos. Empero, la creatividad al igual se puede observar en otras especies de animales, a pesar de que sus cerebros sean bastante diferentes, pues se especializan en brindar respuestas instintivas a impresiones y estímulos visuales, táctiles, olfativos, etc.

En el mundo se encuentran personas con una creatividad desbordada y otras, aparentemente no tan creativas. Lo cierto es que cada individuo nace con una facultad creativa, que con el tiempo se puede estimular y desarrollar más, o no. Entonces, la creatividad puede entrenarse y perfeccionarse, como las demás capacidades innatas en un ser humano.

Se han realizado toda clase de técnicas con el propósito de mejorar la creatividad, como el caso de la lluvia de ideas grupal, los mapas conceptuales, los mapas mentales, los diagramas de Ishikawa, entre otras.