Etimología

rmino en su etimología está compuesto del verbo transitivo e intransitivo ‘esperar’, con el mismo significado.

En el ámbito del derecho, corresponde al plazo que un acreedor confiere a un deudor que demuestra haber entrado en quiebra y ha entrado en impagos. Casi siempre, no supera los tres años cuanto mucho. Al igual, se define como el plazo determinado por un juez, para realizar o ejecutar algo.

Para mucha gente, la espera es algo que les representa una seria incomodidad, que a su vez genera ansiedad y estrés, por el tiempo que deban aguardar por algo que desean o necesitan con urgencia. Sobre todo, si la espera tiene que ver con un suceso no planeado y requiere paciencia. En pocas palabras, la espera se traduce en una situación angustiante.

Una de esas circunstancias donde la espera es agobiante, es cuando ya va a nacer un bebé. Esa expectativa que experimenta principalmente la madre, el padre y las personas allegadas. En total, la espera por el nuevo ser dura alrededor de nueve meses, mientras el cuerpo se forma correctamente en el vientre y se prepara para nacer. Pero quizá el instante de mayor tensión es el previo del parto, al punto en que la madre debe valerse de técnicas de respiración, aguante y esfuerzo.

Aunque sea poco, todo acontecimiento en la existencia, necesita un lapso mínimo de espera, teniendo en cuenta además, que el ser humano es una criatura social y habita en un mundo de interrelaciones continuas con gente y con el ambiente circundante. El tiempo de cada una de éstas varía, algunas coherentemente y otras sin sentido alguno.

Frases que ejemplifican su uso

• “La espera ha concluido: por fin ha llegado el momento que todos estaban aguardando”.
• “Aunque la espera sea angustiosa, es necesario saber ser pacientes”.
• “Quedó en la espera de una respuesta, pero nunca la hubo”.
• “¿Qué espera? No tengo todo el día”.
• “Marta espera un niño de Pablo”.