Etimología

Este vocabulario etimológicamente es de origen latina bajo la denominación ‘interesse’, que quiere decir importar.

Asimismo, el interés se refiere de algo que llama mucho la atención de una persona. “Me interesa ir a escuchar las propuestas del candidato”.

En otro sentido, esta palabra alude a la dedicación que se le otorgue a algún asunto. “Se ve bastante interesado en terminar de leer el libro. Lleva todo el día en ello.”

Al igual, el interés hace alusión a la motivación, atención e importancia con que se escucha a otras personas o a algo. “Escuchaba su programa de radio con gran interés”.

De otro lado, este vocabulario adquiere la acepción que indica que eso que se está realizando, tan sólo se debe a que la intención es recibir beneficios propios, y no porque se trate de un acto espontáneo y generoso.

Otro de los significados que se le atribuyen a este término, cuando se emplea en plural (intereses), se refiere de un grupo de propiedades, finca raíz o capital que posee un individuo.

En el contexto económico y financiero, el interés se define como el indicador que se usa con el propósito de calcular el costo de algún préstamo, o la rentabilidad de las inversiones y de los ahorros.

En las áreas de economía y finanzas, el interés es el índice que sirve para medir tanto la rentabilidad de los ahorros y de las inversiones, como del costo de un crédito. Dicho de otro modo, el interés es el precio que deben pagar las personas por usar fondos ajenos. Como tal, se expresa como un porcentaje que se calcula sobre el monto total de la inversión o crédito.

Dentro de este ámbito, se habla del interés simple y compuesto. El primero es aquel que se consigue por medio de un capital, sin añadirle los réditos (beneficios), mientras que el compuesto es el que se deriva de un capital, mismo al que se le van agregando sus réditos.