Etimología

Este vocabulario proviene del sufijo ‘eño’, sobrepuesto al término ‘Jalapa’, misma que se deriva del idioma náhuatl ‘xalli’, que significa ‘arena’, junto con ‘atl’ (agua) y la partícula ‘pan’, que traduce al español ‘lugar’.

Se le llama chile jalapeño, porque su centro de producción original se encuentra en Xalapa, una ciudad localizada en Veracruz, México. Algunos le llaman chile cuaresmeño, cuyo sabor es bastante picante, pero a la vez muy consumida por las gentes americanas de todo el orbe del continente. En territorio mexicano se siembran más de 6 mil hectáreas con esta verdura.

Se caracteriza porque su fruto es firme, carnoso, aromático y mide cerca de 7 centímetros de largo. Su ancho presenta un aproximado de 3 centímetros. Su aspecto es muy atractivo. Se usa con distintos fines gastronómicos, desde los verdes hasta los maduros, según sea la receta. Una de las variedades es el chile chipotle o chile ahumado, que se realiza tras un proceso de secado.

En Europa, los jalapeños se han vuelto muy famosos y apetecidos, pues a la gente le encanta añadir un toque de picante a sus comidas, ya que su sabor se intensifica y es de fácil acceso. Es común encontrarlos en distintos platos, incluso en la comida rápida, como en la pizza.

El jalapeño se ha convertido en la especie de chile más famosa y usada en todo el mundo. Aparte de formar parte de los ingredientes principales de la gastronomía de México, ahora también se aprecia en distintas naciones y continentes como el rey del chile. Su sabor y textura son versátiles y agradables, por eso se vende tan masivamente en el mercado.