El origen de esta letra puede rastrearse hasta el jeroglífico egipcio, usado para simbolizar el agua, y que era pronunciado como una /n/ al tiempo que se dibujaba como una línea con muchos piscos y valles. Posteriormente, el símbolo egipcio pasa a la lengua protosemítica, en donde se dibujaba como una línea zig-zag.

Así mismo, se puede seguir su rastro hasta el fenicio en donde se constituye como la letra Men, cuyo significado directo es también agua, se dibujaba como una M mayúscula, invertida y cursiva.  Más adelante, la letra “m” pasa al griego en donde es bautizada como My (Μ o μ). Esta letra sigue su paso por el etrusco, en donde toma una forma invertida, y luego es tomada por el alfabeto latino, quien la devuelve a su forma capital M, la cual hace honor a la My mayúscula de los griegos.

Valor fonético

En cuanto a su pronunciación, en el Español, la letra “M, m” es realizada como una consonante bilabial, nasal, sonora. Es uno de los primero fonemas en ser adquiridos por el hablante, durante su aprendizaje lingüístico debido quizás a la poca energía de pronunciación que requiere.

Usos de la m

Por otro lado, se pueden distinguir dos posibles usos para la letra “M, m”: uno de ellos dentro de la Lengua española, y otro como símbolo. A continuación, una breve explicación de cada uno de ellos:

En la Lengua española

Su primer uso será entonces como grafema del Español. En este sentido, la “M, m” entonces es entendida como una consonante, que participa del proceso de formación de palabras, uniéndose entonces a vocales, para conformar sílabas.

Como símbolo

Sin embargo, la “M, m” también constituye un símbolo en distintas disciplinas. Entre alguno de estos usos, se encontrarán los siguientes.

En Matemáticas, la M mayúscula constituye un símbolo de la numeración romana, que tiene como misión referir a la cantidad mil.

Así mismo, dentro del Sistema internacional de medida, se usa la “m” minúscula para simbolizar la unidad del metro.

Etimología