Definición
Verbo activo transitivo. La definición de pretender se refiere de querer ser, desear o anhelar una cosa que se considera como difícil o exagerado y sin esforzar o usar los medios necesarios para obtenerla. Hacer alguna diligencia, prontitud, presteza, rapidez o celeridad para conseguir algo.
Etimología
Este vocablo en su etimología procede del latín ‘praetendĕre’ (tender por delante, poner como excusa); formado del prefijo ‘pre’ o del latín ‘prae’ (antes) y ‘tendĕre’, que quiere decir «tender a una finalidad».
La primera acepción de esta palabra, es querer hacer realidad algo, o desear llevarlo a cabo. Casi siempre es anhelar a realizar alguna cosa o esforzarse para lograr que aquello suceda. En esencia, hace alusión a todo lo que se considere como difícil o que el hablante estima como complejo y hasta utópico.
Otros sentidos son: querer aparentar lo que no se es en realidad o igualmente, afirmar algo de lo que todo el mundo duda. Se aprecia claramente que el verbo se posiciona en la pretensión de anhelar ser algo diferente de lo que se es, o de calificar como cierto algo que no lo es. En tal sentido, el significado sería muy similar al de fingir, pues o se miente o se aparenta, maquillando la realidad.
De otro lado, se entiende como el hecho de realizar gestiones necesarias para obtener algo, como por ejemplo presentar una solicitud laboral o competir por un empleo con distintas personas.
Una de las acepciones más frecuentes en el habla hispana, tiene que ver con el acto de cortejo a una mujer por parte de un hombre, con la intención clara de entablar un noviazgo o matrimonio con ella.
Actualmente poco se utiliza la palabra ‘cortejar’ y desde hace un buen tiempo se habla de ‘pretender’. Antiguamente se hablaba de cortejo, cuando para poder casarse era una obligación, que el hombre se presentara en la casa de la chica que pretendía, para llegar a un acuerdo con sus padres, quienes finalmente autorizaban o no que se casaran.
Luego, al trascurrir el tiempo, la costumbre se modificó a que la pareja de novios ya tenía el derecho de salir solos, pero en algunas ocasiones, eran acompañados por algún hermano o familiar de la mujer, con el pretexto de cuidarlos de que llegasen a tener intimidad antes del matrimonio.
Este es el motivo por el cual se emplea esta terminología, para designar esta circunstancia de ‘cortejo’. Era todo un arte de los caballeros pretender a una muchacha, pues debían contar con las virtudes de la paciencia, el respeto, el decoro, la diplomacia, la perseverancia y la disciplina. Era a veces casi imposible conseguir un momento de estar solo los dos.