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Definición
Sustantivo femenino. Este vocabulario es de uso poco frecuente, inclusive anticuado, la definición de tranquilidad la condición, esencia, calidad, aspecto, característica, carácter, cualidad, naturaleza, calidad o índole de tranquilo, es decir lo propio o peculiar de una persona que hace las cosas con calma, que no tiene ruido o se encuentra alterada.
Etimología
Esta palabra etimológicamente proviene del adjetivo ‘tranquilo’ y del sufijo abstracto ‘idad’, que indica cualidad; también, del latín ‘tranquilĭtas’.
Frase de ejemplo:
El aire se puede respirar con toda tranquilidad.
Se trata de un estado anímico primordial en la vida de un individuo. De hecho, se considera actualmente como un lujo difícil de obtener, debido a múltiples factores del mundo moderno. La tranquilidad es sinónimo de serenidad, lo contrario del estrés y la preocupación.
Los individuos se sienten tranquilos cuando sobre todo, se encuentran gozando de cada minuto de diversión y entretenimiento, así como cuando comparten actividades placenteras en familia y con los seres queridos.
En el contexto laboral, se encuentra uno de los obstáculos mayores para hallar este estado, por numerosas causas como sobrecarga de tareas, falta de recursos, etc. No lo es todo, pero la comodidad con el dinero garantiza un gran porcentaje de tranquilidad.
El confort y el relax son elementos que suelen acompañar a la tranquilidad. Muchas personas que la buscan, acuden a sitios especializados en masajes, música de relajación, spa, etc.
Dentro de los valores o estados positivos más resaltados del ser humano, es la tranquilidad. Éste obra prodigios, pues propulsa la auto confianza, la fortaleza interna, la autoestima, el optimismo y la creatividad.
La tranquilidad equivale a mejor calidad de vida. Por ello, se valora mucho en costos monetarios y en todo sentido a los lugares que brindan un ambiente así, ideales para ejercitarse, meditar, hacer yoga y donde nadie llegue a molestar, ni tampoco existan ruidos que causen perturbación. Por excelencia, sitios rodeados de naturaleza.
Cuando una persona se encuentra la mayor parte del tiempo tranquila, su tensión corporal disminuye notablemente, observando una mejora significativa en la facultad de concentrarse y de discernir. Puede ver con claridad las diversas situaciones de la vida y actuar pertinentemente. Las relaciones interpersonales se ven afectadas en forma positiva.
Vivir con tranquilidad implica un control de la mente, estar en el presente y no recordando males pasados o futuros, sino mantenerse en el ahora.