Etimología

Esta terminología proviene del francés ‘élite’, que antaño correspondía a la forma del participio femenino en la modalidad de sustantivo, de la acción ‘élire’, con el significado de elegir. En un principio, se refería al acto de seleccionar y luego, “lo que se ha elegido”, que se conserva hasta el presente.

A su vez, el verbo ‘élire’, dicción francesa, guarda su origen en el vocablo latino ‘eligere’ (seleccionar), compuesto por el prefijo ‘e’, en combinación con el verbo ‘legere’, con la acepción de leer o agrupar, que presenta la raíz de origen indoeuropeo ‘leg’.

En el inglés, este vocabulario posee el mismo sentido que en castellano y presenta la misma escritura: ‘elite’.

En tal efecto, una élite hace alusión de agrupaciones selectas, integradas por personas distinguidas y con gran influencia. Asimismo, denota aquellos personajes que ostentan mayor reconocimiento, recursos económicos y fama.

Es por ello, que en la sociedad se encuentran algunas élites, según sea el ámbito y el sector que involucren. Entonces, se habla de una élite política, empresarial, económica, académica, del arte, del deporte y otros gremios y sectores.

En la historia, la noción de élite resulta muy significativa, en especial, en el periodo que comprende desde el siglo XIX hasta la fecha, comenzando con la ideología republicana que comenzó en Francia. En ese contexto, la élite se integraba por aquellos elegidos por voluntad del pueblo, para ejercer el gobierno y el mandato, según la meritocracia, mas no por haber nacido en algún linaje especial.

Sin embargo, oficialmente, se reconocen varias élites, mismas que chocan entre sí por sus ideales. Diversos investigadores han expuesto pruebas fehacientes, de que el orden mundial es controlado por una élite de élites, que manipulan el poder y la gobernanza de cada nación a su antojo y conveniencia, pero imprimiendo una falsa idea de democracia entre los pueblos, al poner unos cuantos políticos que ellos controlan en su totalidad, ejerciendo el papel actoral de que son supuestamente contradictores y rivales, pero en secreto no es tal.

Cultura de élite

Así se conoce al grupo de expresiones del arte y de la academia, que se distinguen por satisfacer los deseos, deleites y caprichos de unas personas selectas y con privilegios especiales en el sistema social.

Por consiguiente, la cultura élite se percibe como contraria de lo popular y lo masivo. Esa es una de las razones por las que los productos culturales realizados por los integrantes activos de la cultura élite proyectan el pensar, el estilo de existencia y los valores de aquellos que se encuentran por encima de la pirámide de la estructura social, como por ejemplo los grandes conciertos de música clásica, de ópera y representaciones teatrales y literarias, entre otras.

Deportista élite

Se define como una persona que se ha dedicado gran parte de su tiempo y esfuerzo a desarrollar habilidades deportivas de su disciplina, logrando un gran nivel de fama y prestigio, con la ayuda también de una genética que aventaja sobre otros competidores. Un deportista élite es aquel que ha podido fijar marcas muy superiores.