Etimología

Este vocabulario en su etimología es de origen latino bajo la denominación ‘extraneus’, con el mismo significado.

Este adjetivo puede atribuirse a los miembros de un grupo, familia, organización o entidad diferente de la acostumbrada, de la propia. Por ejemplo: “Tuve que compartir con una familia extraña, por lo que me vi obligado a esforzarme en comprender y tolerar sus maneras de ser y hábitos”. “Es una criatura extraña, casi nunca se le ve”. “Es una sociedad secreta extraña, a la que pertenecen pocos”.

En otro sentido, quiere decir que algo o alguien a quien se le describa como extraño, resulta ajeno a las particularidades propias de su especie. “Una casa pintada con llamas de fuego, es extraña en todas partes”. “Pedro llevó a un extraño a su casa, pero sus padres lo reprendieron”.

Otra noción es la que hace alusión de un individuo, cosa o animal que no se conoce. “debido a los brotes de inseguridad, lo mejor es no abrirle la puerta a ningún extraño”. “En el aeropuerto, hablarle a un extraño es un error que puede costar caro”.

En el contexto literario, se han escrito distintas obras intituladas con esta palabra. Algunas son de éstas son: “Extraños en la cama”, de Megan Hart; “Extraños en un tren”, de Patricia Highsmith; o “El Extraño”, de Col Buchanan.

En cuanto la botánica, a una clase de planta se le llama extraño, la cual crece en territorios de China y por ese motivo, allá se usa para adornar. Su tallo es de gran grosor y las flores presentan variadas tonalidades, además de un tamaño significativo.

Una de las acepciones más comunes de esta palabra, es la que respecta de lo extravagante, raro, poco visto. Por ejemplo: “Cuando uno se detiene a hablar con Vladimir, se sorprende por su extraña percepción de la vida y de la muerte”. “En los libros antiguos figuran conjuros muy extraños, palabras mágicas que se pronuncian en determinados rituales y producen efectos impresionantes”.