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Definición
La “K, k” es una letra del alfabeto latino básico, así como del Español. En el inventario de grafemas de la Lengua española constituye la undécima letra, así como la octava consonante Es denominada “ka”, si se refiere a ella en singular, y kas si la referencia es en plural. Con respecto a su forma, se admite la K para la mayúscula y k para la minúscula. Por lo general, se emplea en el Español para palabras que no provienen de las lenguas romances.
En cuanto a su origen, la K puede tener como ancestro inicial un jeroglífico egipcio, que tenía la forma de una mano, y que representaba el sonido /d/. Más adelante, este pictograma es adoptado por los semitas, quienes la dibujaban como una mano abierta, pero que cambiaron su valor fonético, pronunciándola como /k/.
Así mismo, el pueblo fenicio adoptan esta letra, a la cual llaman Kap, Koph o Kaph, y comienzan a dibujarla como una k invertida y algo inclinada a la derecha. Posteriormente, la letra es asumida por los griegos, quienes la denominaron Kappa, y comenzaron a dibujarla muy parecido a como se conoce hoy por hoy en las lenguas romances.
En la línea de tiempo se encuentran luego los etruscos, quienes la volvieron a usar de forma invertida. Finalmente, la tomaron en su alfabeto los romanos, quienes la dibujaron como se usa hoy en día en las distintas lenguas romances.
Durante una época, las inscripciones en Latín incluían las letras C, K y Q. Estos grafemas se empleaban en esta lengua para representar los sonidos /k/ y /g/ cuando estos no se diferenciaban. De esta manera, según señalan las fuentes filológicas, la Q fue empleada para representar los sonidos /g/ o /k/ cuando estos se encontraban antes de vocales como la /u/ y la /o/. Por su parte la K era empleada siempre antes de la /a/, y la C quedaba para las otras vocales: /e/ o /i/.
Sin embargo, esto no duró mucho tiempo, puesto que cuando el Latín tomó muchas de las palabras del griego aquellas que tenían k cambiaron, y la letra Kappa fue sustituida por la C, sobreviviendo tan solo en algunas formas fosilizadas. De ahí que en el Español la mayoría de las palabras con K no provengan del Latín, sino de otras lenguas.
Valor fonético
Por otro lado, la letra “K, k” es realizada en el Español como un sonido consonántico obstruyente oclusivo velar y sordo. Así mismo, la Fonética señala que este grafema, cuando está delante que las vocales “a”, “o” y “u” cuenta con la misma realización que la C cuando está frente a estas letras. Por su parte, cuando está delante que las vocales “e” o “i” coindice en su realización con la letra Q.
Usos de la K
Así mismo, la letra “K, k” puede contar con dos distintos usos: en la lengua española y como símbolo. A continuación, una breve explicación de cada una de estos usos:
Como grafema
En primer lugar, la letra “K, k” constituye un grafema propio de la Lengua española, en donde cumple el papel de consonante y participa en la formación de palabras, uniéndose a alguna de las vocales.
Como símbolo
Sin embargo, la letra “K, k” también puede ser usada como un símbolo, en varias disciplinas. Algunas de ellas son las siguientes:
En Química representa el elemento Potasio.
En nutrición, es el símbolo que se emplea para la Lisina.
En la orfebrería, la K es empleada como símbolo de Quilate.
En Geometría, la K mayúscula significa proporcionalidad.
En Física, tiene varios usos: la unidad de temperatura Kelvin, la constante de equilibrio o la unidad Kayser, la cual es usada para medir las ondas.
Por su parte, la k minúscula se usa también en Física para señalar el prefijo kilo, así como el número de onda angular o la Constante de Boltzmann.