Etimología

El término se originó del griego ‘τεχνικός’, en latín ‘tekhnicos’, (técnico) que significa “persona con alguna habilidad o destreza”. De ahí se derivan palabras como ‘tecnología’, ‘técnica’, ‘tecnocracia’, ‘tecnicismo’, ‘zootecnia’, ‘aritmética’, entre otras.  La expresión griega ‘τέχνη’ se relaciona con la raíz de origen indoeuropeo ‘teks’, que traduce ‘tejer’, ‘fabricar’ y por medio del latín figuraría en términos como ‘texto’ y ‘tela’.

El célebre filósofo Aristóteles clasificaba el pensamiento en tres modalidades: la primera la denominó ‘ἐπιστήμη’, en español ‘episteme’, que significa “conocimiento científico”. La segunda, ‘δόξα’ (doxa), en español “doctor, ortodoxo”; y la tercera, ‘τέχνη’ (tekhne) “técnica”.

La técnica implica que, en circunstancias a fines, al repetir formas de actuar o ejecutar una misma acción estratégica, el resultado será el mismo efecto. Por consiguiente, consiste en una manera de actuar sistemática, que se basa en la repetición controlada de determinados procedimientos.

Casi siempre, una técnica necesita conocimientos específicos y hasta determinadas herramientas, tanto a nivel físico como mental. Las técnicas no son exclusividad de los seres humanos, sino que varios animales igualmente recurren a éstas, para satisfacer sus instintos.

Técnica espiritual

Una de las técnicas básicas de la espiritualidad es la relajación. Consisten en modos prácticos de alcanzar la serenidad psicológica, a través de ciertos métodos de respiración y posturas del cuerpo.

Técnica de artes marciales

Esta expresión se encuentra constituida por el vocablo latino ‘artis’, que hace alusión a alguna técnica o habilidad, sumada a la palabra ‘martialis’, que se refiere a la guerra y al dios de Marte.

La técnica en el arte

Por ejemplo en la música se resalta la técnica vocal o las diferentes técnicas con instrumentos sonoros. En la pintura, la escultura, las artes plásticas, entre otras, suelen haber técnicas de toda especie.