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Definición
La “Z, z” es la vigesimoséptima letra del alfabeto español, así como a vigesimosegunda consonante, en orden consecutivo, del inventario de grafemas de la lengua española. Así mismo, se caracteriza por ser la última letra de esta alfabeto. En cuanto al alfabeto latino básico, esta letra también se encuentra en él, ocupando también el último lugar, o la posición vigesimosexta. Cuenta con dos formas: Z para la mayúscula y z para la minúscula. Con respecto a su nombre, se reconoce “zeta” para el singular y “zetas” para el plural.
Etimología
El origen de esta letra puede rastrearse hasta la lengua protosemítica, en donde esta letra era representada por dos rayas paralelas y horizontales. Posteriormente, se encuentra que en el fenicio existió una letra equivalente a la actual “z”, cuyo nombre era zai, y se caracterizaba por ser dibujada como una barra vertical con dos barras horizontales en sus distintos extremos. De acuerdo a lo que señalan las distintas fuentes, en arameo significaba o hacía alusión al concepto arma.
Por otro lado, el griego contó con la letra dseda Ζ o ζ. En cuanto a los etruscos, su lengua contó también con su propio equivalente a la “z” actual, la cual era más parecida en su forma a la “zai” fenicia, siendo entonces dibujada simplemente como una barra vertical.
Según señalan las distintas fuentes, el Latín tomó la letra “Z” directamente de la dseda Ζ o ζ del alfabeto griego. Sin embargo, durante el año 312 a.C., el censor Apio Claudio la eliminó del alfabeto latino. De esta manera, se tuvo que esperar hasta el siglo I a.C. cuando fue introducida l alfabeto latino nuevamente, con el fin de representar el sonido de la “s” sonora. Sin embargo, quizás para diferenciarla, en ese momento se tomó la decisión de situarla al final de este inventario de grafemas.
En la actualidad, la Real Academia Española de la Lengua reconoce para esta letra solo el nombre “zeta” o “zetas”, considerando algunas otras formas que persisten en el uso, como por ejemplo “zeda”, “ceda” o “ceta” como arcaísmos y maneras incorrectas de referirse a esta letra.
Valor fonético
Con respecto a su realización en el Habla, en el caso de la Z se pueden encontrar dos posibles usos, lo cual dependerá básicamente de la región hispanohablante a la cual se refiera. A continuación, una breve descripción de estos usos:
1.- En primer lugar, se encuentra que en Hispanoamérica, así como en algunas zonas de España, como por ejemplo Canarias o Andalucía, la letra Z se pronuncia como una consonante fricativa sorda dentoalveolar, es decir, tal como se pronuncia la /s/ sin que exista una diferencia entre los dos fonemas. A este fenómeno lingüístico, los expertos lo conocen como seseo.
2.- Por otra parte, en casi toda España, la Z representa entonces un sonido obstruyente fricativo interdental, bastante parecido al /th/ inglés. Esta pronunciación se conoce como ceceo, y es característico del habla del Español peninsular, en donde la C, cuando va seguida de las vocales “e” o “i” adopta el mismo valor fonético de la Z. Aun cuando la pronunciación interdental es un rasgo dialectal, es bien visto en la norma culta de las zonas hispanohablantes.
Usos de la Y
Así también, la letra Z puede contar con dos distintos usos, puesto que por un lado puede ser considerada en su valor morfológico, así también como por su uso simbólico. A continuación, una breve explicación de cada uno de ellos:
Como grafema
En primer lugar, la Z puede ser considerada como un grafema de la Lengua española, en donde cumple entonces con la función de combinarse con otras vocales o consonantes, a fin de conformar palabras en esta lengua.
Como símbolo
Por otro lado, la letra Z puede ser usada como símbolo en otras disciplinas. Algunos de estos usos son los siguientes:
En Química, se usa la letra Z para referir al número atómico de un elemento.
Así mismo, en Electrónica, se usa la letra Z para representar la impedancia.
En Matemáticas, la letra Z es usada para nombrar el conjunto de los números enteros.