Esta palabra se halla compuesta por el prefijo ‘ad’ (aproximación), que es asimilado por el prefijo ‘al’, como en este caso de ‘alusivo’. Se halla vinculado con la raíz de origen indoeuropeo ‘ad’ (hacia, cerca). El vocablo ‘lusus’ es el modo  participio de la acción ‘ludere’ (jugar), observable en dicciones como coludir, preludio, aludir. Lo concluye el sufijo ‘ivus’ (ivo), el cual señala la idea de “que sirve para”.

Lo alusivo es una figura retórica que tiene que ver con sitios, circunstancias, sucesos, individuos, leyendas, libros u obras de arte, empero de un modo que las implique y no directamente. Puede tratarse de una metáfora, un símbolo o de una evocación de algo sin nombrarlo literalmente.

Se emplea de manera eufemística y con propósitos literarios, mitológicos, espirituales, históricos, artísticos, etc. algo alusivo genera en la psicología una asociación veloz y contundente entre cosas, instantes, sitios o personas.  Puede servir para decir algo satírico o de alabanza, al igual que como exaltación creativa o como un agravio.

Se utiliza mucho popularmente, casi siempre con intenciones de maledicencia, así como por su capacidad de sugerencia, se aprecia bastante en asuntos publicitarios. En el arte de la escritura, gracias a su sentido metafórico, resulta un recurso literario formidable.

Lo que se denomina como alusivo, se asocia con la intertextualidad en el campo de la lingüística, aunque este adjetivo denota una intención retórica propia del autor. Lo alusivo cobra sentido en cierto grado, sólo si algunos lectores o interlocutores lo “captan”. Existen ocasiones en que el autor menciona algo alusivo de un tema, pero puede ser algo que sólo lo entiende él mismo, velando el mensaje en palabras encriptadas, como se ejemplifica en el poema de Edgar Allan Poe, intitulado “Ulalume”.

Grandes autores comenzaron a usar notas y frases alusivas, como Aristófanes, Virgilio, entre otros.

De acuerdo con Bernard Dupriez, especialista en Lingüística, teniendo en cuenta la relación con los diferentes tropos, se puede clasificar cinco facetas de lo alusivo: metonímico, sinecdóquico, catacrético y alegórico.

Ejemplos de uso de este adjetivo

“Ni Paula ni Alberto se atrevieron jamás a revelarle nada a don Arturo, alusivo de sus intenciones amorosas: le permitían proceder; sabían bien identificar el rostro de satisfacción del Tenorio que aguardaba el éxito, que quizá lo estaba tocando, y entendían que la vergüenza, el respeto y otros detalles, los obligaban a conservar un silencio total de la situación.”

“En ocasiones solían utilizar términos de un valor chabacanamente punzante o alusivo de un suceso concreto, cuya letra era aprendida de memoria por los habitantes, para entonar el danzón en cualquier sitio que se realizara”.