Etimología

El término «Ethereum» se deriva directamente de la palabra «éter». En la antigüedad, el éter era considerado un elemento invisible, sin peso y elástico, al que se le atribuía la capacidad de transmitir por completo las distintas manifestaciones que podría tener la energía.

La palabra «éter» es un préstamo lingüístico del Latín, donde se escribe «aether». Se cree que esta palabra en Latín proviene del griego «aithéros», que se traduce como cielo o espacio. Por lo tanto, quienes escogieron este nombre para designar esta plataforma digital seguramente buscaron hacer una analogía entre el Ethereum y su capacidad de encontrarse en todo el espacio digital, gracias a la red de ordenadores (blockchain Ethereum) que emplea para realizar y publicar contratos inteligentes entre pares.

Características

Ethereum posee varias características distintivas que lo hacen una plataforma única en el mundo de las criptomonedas y la tecnología blockchain:

• Contratos inteligentes: Ethereum permite la creación y ejecución de contratos inteligentes, que son programas informáticos autoejecutables diseñados para automatizar la ejecución de acuerdos cuando se cumplen ciertas condiciones predefinidas.
• Descentralización: Al igual que Bitcoin, Ethereum opera en una red descentralizada de computadoras, lo que significa que no está controlada por una sola autoridad. Esto garantiza la seguridad y la resistencia a la censura.
• Turing complete: Ethereum es considerado «Turing complete», lo que significa que puede realizar cualquier operación computacional. Esto lo hace más versátil que Bitcoin y permite una gama más amplia de aplicaciones descentralizadas.
• Tokenización: Ethereum facilita la creación de tokens personalizados, lo que permite a los usuarios crear sus propios activos digitales y desarrollar aplicaciones descentralizadas (DApps).

Usos en la lengua

Al ser un sustantivo masculino, la palabra «Ethereum» funciona como el núcleo del sujeto así como del sintagma nominal, lo que la hace ir acompañada de determinantes y adjetivos que concuerden con él en cuanto a su género y número. Por ejemplo:

El Ethereum no es solo una criptomoneda, sino una plataforma revolucionaria que está transformando la forma en que se realizan y ejecutan los contratos en el mundo digital.