Etimología

Su etimología parte de dos vocablos griegos que son: ‘ὁμός’(homo), que traduce ‘mismo’ y ‘φόβος’ (fobia) que significa temor. El sentido estricto de estos lexemas unidos sería: “miedo a lo mismo”, lo cual no coincide con el uso que se le atribuye por la mayoría de personas, que es la apatía u odio hacia los homosexuales, pero en realidad es miedo.

El término se empleó por primera vez de manera oficial, en el año 1966, por George Weinberg, un activista, escritor y psicoterapeuta de Estados Unidos y también figura en su libro intitulado “Society and the Healthing Homosexual”, mismo que se publicó en 1972.

La homofobia es objeto de estudio tanto de psiquiatras como de psicólogos. Algunos estudios han determinado que existe una estrecha relación entre el odio a la homosexualidad, con instintos transexuales reprimidos, según lo cual, los individuos que la experimentan aún no habrían definido su identidad sexual del todo y reaccionan violentamente ante la posibilidad. Otro grupo de especialistas consideran la homofobia como resultado de preconceptos fijados en la personalidad, de autoritarismo y un carácter dominante.

En consecuencia, la causa de la homofobia sería originado por prejuicios implantados por la cultura y el entorno social, religioso y político. De acuerdo con esta perspectiva, serían ideas programadas por gobiernos dictatoriales de derecha como el nazismo, o el franquismo.

En el caso de las religiones, cierta parte de los católicos, evangélicos, musulmanes y judíos mantienen su postura firme acerca de la homosexualidad y se les considera homofóbicos por no compartir dichas tendencias ni practicarlas, aunque expresen respeto a la libertadde cada quién. Se ha llegado al punto en que sólo por no estar de acuerdo con esta clase de relaciones entre gente del mismo sexo, se le califique a esa persona de homofóbica.