Etimología

Este vocablo, cuando posee la noción de alimento horneado, se deriva de la voz latina ‘panis’, con igual acepción.

En tal semántica, este término no se halla relacionado con el dios Pan, ni tampoco con la partícula griega ‘παν’, del cual surgen palabras como pandemia, pancarta, panfleto, etc. el latín ‘panis’ se originó de la raíz indoeuropea *pa-, que significa comer o proteger. Sumado al sufijo latino ‘ellus’ (illo), con el significado de “pequeño”, por lo tanto, el sentido etimológico de esta palabra es “pequeña masa horneada”.

El pan es un alimento que cuenta con numerosas recetas, aunque la más común es la fórmula básica de harina de trigo, combinada con aguasal y levadura. Con los panecillos se acostumbra a acompañar sopas o algunos platillos, aunque también son bocadillos o pequeñas golosinas con múltiples formas y rellenos, desde el panecillo sin levadura, que se denomina ácimo, hasta panecillos cubiertos de chocolate, o con jamones, cebollas, carnes, etc.

Algunos panecillos se preparan con maíz, centeno o cebada, en reemplazo de la harina. Asimismo, hay otros que llevan huevo y grasas como mantequilla, manteca, margarina, aceite, etc.

El empleo de semillas y especias brinda una variada gama de posibilidades de preparación de panecillos, tanto dulces, como salados.

Aunque los bizcochos y panecillos son alimentos que se preparan usando alguna clase de horno y que caen bien al paladar de mucha gente, de todas las edades, existen marcadas diferencias entre ambos. Por ejemplo, en lo que respecta de su forma, un panecillo se asemeja a un cupcake y por lo general presenta igual textura que un pan, pero un bizcocho suele ser más dulce y con texturas diversas.