Definición
Adjetivo que designa a una persona que no siente deseo alguno por copular con otro individuo. Entonces, se considera como incapaz de tener intimidad con alguien.
Etimología
Esta terminología corresponde a un neologismo compuesto, surgido en el siglo XIX, a partir de la combinación del prefijo griego ‘a’, que significa ‘sin’, en combinación con el vocablo latino ‘sexus’, y el sufijo del latín ‘alis’, en español ‘al’, mismo que indica una clase de relación o que forma parte de.
Se trata de una palabra muy empleada en el campo de la biología, con el sentido de describir la manera en que se reproduce una especie, sin que se requiera la unión sexual ente el macho y la hembra, los cuales como tal no existen en una especie así, o llegado el caso la caracteriza una reproducción de tipo partenogenético, que consiste por lo general, en la prevalencia de células totipotentes en estas especies, que cuentan con la capacidad de crear nuevos cuerpos.
Como tal, el prefijo ‘a’, se relaciona con la raíz de origen indoeuropeo ‘ne’, de donde se creó el prefijo ‘in’. Por su parte, la expresión ‘sexus’ significa ‘separado’ y se deriva del verbo latino ‘secare’, cuya acepción es ‘cortar’ y presenta la raíz ‘sek’, con el mismo sentido.
Una persona asexual no se debe confundir con un practicante del celibato, puesto que éste corresponde a un acto voluntario motivado por la espiritualidad, la religión o algún motivo ideológico.
Un individuo asexual, como no desea a nadie de forma sexual, no entra en la clasificación de ninguna orientación determinada y casi siempre, son personas que jamás experimentar enamorarse y por lo tanto, no suelen buscar pareja.
No obstante, puede mantener una vida social activa y establecer amistades con aquellos que le demuestren afecto y comprensión. Existen casos de que una persona asexual contrae nupcias, a pesar de que no mantengan relaciones sexuales.
En el contexto biológico, se conoce como reproducción asexual, al sistema que poseen los organismos que por sí mismos, son capaces de procrear otros. Se identifica porque no presentan intercambios de células sexuales, como los zoospermos y los óvulos.
A estas especies asexuales pertenecen especies de plantas, como las setas y las algas, organismos microscópicos, anélidos y protozoos.
El proceso de reproducción asexual es muy simple; en los organismos de la fauna, sucede a través de la mitosis, fenómeno en el que una célula se divide en dos o más. En cuanto el reino vegetal, el proceso se lleva a cabo gracias a la acción de las esporas, mismas que se hallan en la parte inferior de las hojas. En el instante de maduración de éstas, se dispersan con el aire y el agua. Por ende, al caer en una tierra propicia para que crezcan, comienzan a desarrollarse y a originar una planta.
Muchas ventajas obtienen los organismos con esta clase de reproducción, como por ejemplo la sencillez de su proceso, teniendo en cuenta que únicamente se requiere un individuo y eso ayuda demasiado a la supervivencia de la especie.