Lo concluye el sufijo ‘ar’, constituyente de verbos. Y en cuanto este adjetivo, debe ir concluido por el sufijo ‘ivo’, que guarda su origen en la partícula latina ‘ivus’, indicador de una relación de tipo pasivo o activo. En tal efecto, la noción primaria de esta palabra corresponde a la cercanía de un aliado, socio o compañero.

La connotación más empleada de este vocablo es que posee la capacidad de asociar o que asocia. Asociar equivale a relacionar algo con otra cosa. Juntarse dos o más individuos, con un objetivo específico. Igualmente, presenta el sentido de lo que conlleva a ligar ideas o que es el producto de esta acción. Bajo esta perspectiva, esta habilidad brinda la posibilidad de hacer uso de la creatividad, teniendo en cuenta que desde un inicio, es factible asociar ideas y por consiguiente, cosas que no guardan ninguna semejanza entre sí.

Con el propósito de aprovechar el poder asociativo de las ideas, se utilizan diversos métodos, como por ejemplo los mapas mentales, mismos que entrenan la habilidad de asociación de ideas y estimula la memoria de datos, en virtud de preceptos concretos. Ejemplo: el grupo de pensamientos que surgen a raíz de actos y percepciones como aromas, sonidos, sabores, etc.

Entonces, basándose en un hecho específico que se lleva cabo, se desencadenan numerosas ideas, comprensiones, diversos análisis, etc. Se aprovecha el impacto de las imágenes, puesto que se ha descubierto que un individuo puede identificar entre un 80 y un 95 % de imágenes que memorizan y que al mismo tiempo, asocian, abriendo paso a nuevos pensamientos e ideas. En síntesis, un mapa conceptual o mental, es un mapa asociativo.

Ejemplos del uso de esta palabra

• “Los principios asociativos fueron acordados en común, por parte de la junta directiva”.
• “Gracias a su análisis asociativo, fue posible hallar una solución efectiva a la crisis”.
• “Para poder comprender la ira, es necesario efectuar un autoanálisis introspectivo y asociativo, en el que uno se haga plenamente consciente de los distintos detalles que compone ese defecto psicológico, como por ejemplo el mal humor, la frustración, la culpa, la duda, el miedo, el desespero, entre otros”.

La propiedad asociativa en la aritmética

Ésta es una noción que figura en el ámbito de las matemáticas y se aplica tanto a la suma, como a la multiplicación. Consiste en una propiedad basada en que al existir tres o más cifras en alguna de estas dos operaciones, el resultado o producto no se halla supeditado al modo en que se encuentran agrupados los términos.

En consecuencia, no importa cómo se combinen los distintos números en una operación de multiplicación o suma, pues el resultado será el mismo.