Etimología

El término ‘heterosexual’ proviene del griego ‘hetero’, que en español traduce “diferente”, junto con el lexema ‘sexus’ (sexo). En tal efecto, la connotación que adquiere es la atracción erótica entre personas de distinto sexo.

Durante años ha prevalecido una amplia polémica acerca de la condición socio-genética de la orientación sexual. Por un lado, algunos consideran que las personas nacen heterosexuales o también homosexuales, dependiendo de los patrones establecidos en el ADN. Pero también hay quienes afirman que la tendencia sexual es el resultado del libre albedrío de cada ser humano.

Las personas no podrían reproducirse sin las relaciones heterosexuales, aunque en algunas especies de la naturaleza se presenta el hermafroditismo. De acuerdo con todos los estudios científicos efectuados, la heterosexualidad resulta fundamental para subsistencia de los seres humanos.

En el periodo de la adolescencia, se presentan fuertes y significativos cambios físicos y hormonales. Por lo general a esa edad de la pubertad, es común cuestionarse acerca de los instintos y deseos sexuales que afloran con mayor intensidad.

A algunos individuos les cuesta un buen tiempo en llegar a la comprensión de quiénes son y en quiénes se están transformando, dentro de lo que un gran porcentaje corresponde a los sentimientos sexuales y hacia aquellos por quienes sienten atracción.

Pero también una postura que ha cobrado gran peso en la comunidad científica, es la que considera que en realidad ninguna persona es heterosexual, sino bisexual y que siendo adultos se elige con propiedad qué tendencia adoptar. Pero es algo demasiado cuestionado.