Definiciona

lisosoma

L - marzo 12, 2023

Definición

En biología los lisosomas son cuerpos esféricos que se dan en el citoplasma de las células. Estos cuerpos están constituidos por una membrana y contienen enzimas que pueden ser liberados para destruir orgánulos no deseados o, inclusive, sus células. Se encuentran formados por el retículo endoplasmático rugoso.

Etimología

El término lisosoma proviene del inglés  lysosome que, a su vez, se compone de los términos griegos «lyo» y «sis» que significan soltar, desatar, y acción, respectivamente. El término compuesto griego lýsis, λύσις, tiene la acepción de «solución», o «disolución», y el término sôma, σῶμα, significa «cuerpo«.

Estructura de los lisosomas

Los lisosomas son orgánulos esféricos que se encuentran en el citoplasma de las células. Están formados por una membrana que encierra un líquido ácido denominado hidrolasa. Las hidrolasas son enzimas que se encargan de degradar las moléculas complejas en unidades más simples que pueden ser utilizadas por la célula.

Función de los lisosomas

Los lisosomas tienen varias funciones importantes en la célula:

Degradación de moléculas: los lisosomas contienen enzimas hidrolíticas que pueden degradar moléculas complejas como proteínas, lípidos y carbohidratos en sus componentes más simples.

Reciclaje de componentes celulares: los lisosomas también se encargan de la eliminación y reciclaje de los componentes celulares que ya no son útiles o que han sido dañados.

Defensa celular: los lisosomas también juegan un papel importante en la defensa celular, ya que pueden degradar y eliminar materiales extraños como bacterias y virus.

Composición lipídica: Además de enzimas hidrolíticas, los lisosomas contienen una gran cantidad de lípidos, incluyendo fosfolípidos, colesterol y esfingolípidos.

Función en el metabolismo celular: Los lisosomas también participan en el metabolismo celular, ya que degradan y reciclan componentes celulares para obtener nutrientes y energía.

Papel en la apoptosis: Los lisosomas pueden liberar enzimas hidrolíticas en el citosol de la célula, lo que puede desencadenar la apoptosis o muerte celular programada.

Regulación por proteínas: La actividad de los lisosomas está regulada por diversas proteínas, incluyendo proteínas de membrana que controlan la fusión con otros orgánulos celulares y proteínas de señalización que activan la liberación de enzimas hidrolíticas.

Alteración en enfermedades neurodegenerativas: Las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, Parkinson y la enfermedad de Huntington están asociadas con una acumulación anormal de proteínas en las células, lo que puede interferir con la función de los lisosomas y contribuir al desarrollo de la enfermedad.

Importancia en la digestión de bacterias: Los lisosomas también juegan un papel importante en la defensa contra las infecciones bacterianas, ya que pueden fusionarse con fagosomas (vesículas que contienen bacterias) para degradar y eliminar las bacterias de la célula.

Localización en diferentes células: Los lisosomas no se encuentran en todas las células del cuerpo, sino que su presencia y función varían según el tipo de célula. Por ejemplo, las células hepáticas tienen una alta concentración de lisosomas debido a su papel en el metabolismo de los nutrientes.

Formación de cuerpos residuales: Cuando los lisosomas no pueden degradar por completo el material celular, este se acumula en su interior y forma los llamados cuerpos residuales, que son una característica común del envejecimiento celular.

Importancia en la digestión de células apoptóticas: Los lisosomas también participan en la eliminación de células apoptóticas, ya que degradan los restos celulares de manera controlada para prevenir la inflamación y la respuesta inmunológica excesiva.

Comunicación intercelular: Los lisosomas pueden fusionarse con otros lisosomas de células vecinas para formar estructuras llamadas sincitios, que permiten la comunicación intercelular y la transferencia de material celular.

Papel en la homeostasis del calcio: Los lisosomas también participan en la regulación de la concentración de calcio en la célula, ya que almacenan calcio y liberan este ion en respuesta a señales de estrés celular.

Influencia en la célula cancerígena: Se ha demostrado que los lisosomas tienen un papel importante en la progresión del cáncer, ya que pueden participar en la degradación de la matriz extracelular y en la migración de las células tumorales.

Tratamientos terapéuticos: Debido a su importancia en varias enfermedades, incluyendo enfermedades lisosomales y neurodegenerativas, se están desarrollando tratamientos terapéuticos basados en la modulación de la función de los lisosomas, como la terapia de reemplazo enzimático y la terapia génica.

Importancia de los lisosomas en la homeostasis celular

La homeostasis celular se refiere al equilibrio dinámico entre los procesos de síntesis y degradación de moléculas. Los lisosomas son fundamentales en el mantenimiento de la homeostasis celular porque se encargan de la eliminación y reciclaje de los componentes celulares que ya no son útiles o que han sido dañados.

Cuando los lisosomas no funcionan correctamente, pueden producirse enfermedades conocidas como enfermedades lisosomales. Estas enfermedades se producen por la acumulación de moléculas no degradadas en los lisosomas, lo que puede provocar daño en diferentes tejidos y órganos.

Enfermedades lisosomales

Existen diferentes tipos de enfermedades lisosomales, entre ellas se encuentran:

Enfermedad de Tay-Sachs: se produce por la acumulación de una sustancia llamada gangliósido GM2 en el cerebro.

Enfermedad de Gaucher: se produce por la acumulación de una sustancia llamada glucocerebrósido en el hígado, bazo y otros tejidos.

Síndrome de Niemann-Pick: se produce por la acumulación de esfingomielina en el hígado, bazo y otros tejidos.

Tratamiento de las enfermedades lisosomales

Aunque las enfermedades lisosomales no tienen cura, existen tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Los tratamientos incluyen terapias de reemplazo enzimático, terapias génicas y trasplante de células madre.

Además, los lisosomas también tienen un papel importante en la eliminación de materiales no deseados dentro de las células, como proteínas y orgánulos celulares dañados. Esto se conoce como autofagia y es fundamental para el mantenimiento de la homeostasis celular.

Los trastornos lisosomales, también conocidos como enfermedades de almacenamiento lisosomal, son un grupo de enfermedades genéticas raras en las que los lisosomas no funcionan correctamente. Estas enfermedades se deben a la falta o deficiencia de una enzima lisosomal específica, lo que provoca una acumulación de materiales no deseados en las células, lo que puede dañarlas y provocar una variedad de síntomas y problemas de salud.

Entre los trastornos lisosomales más conocidos se incluyen la enfermedad de Gaucher, la enfermedad de Niemann-Pick, la enfermedad de Pompe y la enfermedad de Tay-Sachs. Aunque son enfermedades raras, pueden tener consecuencias graves y a menudo se diagnostican en la infancia.

En la actualidad, existen tratamientos disponibles para algunos trastornos lisosomales, como la terapia de reemplazo enzimático, que consiste en la administración de la enzima que falta o que no funciona correctamente en el organismo. También se están investigando nuevos tratamientos, como la terapia génica, que busca reemplazar o reparar los genes defectuosos responsables de los trastornos lisosomales.

Además de los tratamientos existentes, también se está investigando en la terapia de chaperonas de enzimas, que consiste en administrar pequeñas moléculas que actúan como «ayudantes» de las enzimas lisosomales defectuosas para que puedan plegarse y funcionar correctamente. Esta terapia tiene el potencial de ser una opción de tratamiento menos invasiva y más accesible para algunos trastornos lisosomales.

Investigaciones relevantes sobre los lisosomas

Otra área de investigación en el campo de los lisosomas es su relación con el envejecimiento y la longevidad. Se ha demostrado que la autofagia, que es mediada por los lisosomas, es importante para el mantenimiento de la salud celular a medida que envejecemos. Además, se cree que la disfunción lisosomal puede estar relacionada con el envejecimiento y las enfermedades asociadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer.

En cuanto a la importancia de los lisosomas en la medicina, también se están investigando los lisosomas como dianas terapéuticas potenciales en enfermedades como el cáncer, la artritis reumatoide y la enfermedad de Parkinson. Se está explorando la posibilidad de utilizar inhibidores de los lisosomas para frenar el crecimiento de células cancerosas y reducir la inflamación en enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoide.

La relación entre los lisosomas y la respuesta inmunológica del organismo

Se ha descubierto que los lisosomas tienen un papel importante en la respuesta inmunológica del cuerpo. Los lisosomas se fusionan con los endosomas para degradar antígenos extraños y presentarlos en la superficie celular para la activación de células inmunes. Además, los lisosomas pueden desencadenar la muerte celular programada, lo que es esencial para la eliminación de células infectadas o dañadas.

Cómo los lisosomas interactúan con otros orgánulos celulares

Los lisosomas interactúan con otros orgánulos celulares a través de procesos de fusión y fisión. La fusión de los lisosomas con los endosomas permite la degradación de material intracelular y extracelular, mientras que la fusión con los autofagosomas permite la degradación de material celular dañado. La fisión de los lisosomas da lugar a pequeñas vesículas lisosomales que pueden ser transportadas a otras partes de la célula.

La función de los lisosomas en la homeostasis del hierro

Los lisosomas también tienen un papel importante en la homeostasis del hierro en el cuerpo. Los lisosomas degradan la ferritina, una proteína que almacena hierro, para liberar hierro en la célula. Además, los lisosomas transportan hierro a través de la membrana lisosomal a la célula y regulan la absorción y el almacenamiento de hierro en el cuerpo.

El papel de los lisosomas en el transporte de lípidos y colesterol

Los lisosomas también son importantes para el transporte de lípidos y colesterol en el cuerpo. Los lisosomas degradan el colesterol y otros lípidos y los transportan a través de la membrana lisosomal a la célula para su uso en procesos celulares esenciales. Además, los lisosomas son importantes para el transporte de lípidos degradados a los peroxisomas, que son orgánulos celulares especializados en la degradación de lípidos.

La importancia de los lisosomas en la regeneración de tejidos y la cicatrización de heridas

Se ha demostrado que los lisosomas tienen un papel importante en la regeneración de tejidos y la cicatrización de heridas. Los lisosomas liberan enzimas que degradan el tejido dañado, lo que permite la regeneración de tejido nuevo. Sumado a esto, los lisosomas son importantes para la eliminación de células muertas y dañadas, lo que es esencial para una curación efectiva de heridas.

La relación entre la disfunción lisosomal y las enfermedades neurológicas

La disfunción lisosomal se ha relacionado con diversas enfermedades neurológicas, como la enfermedad de Huntington y la esclerosis múltiple. En la enfermedad de Huntington, los lisosomas no pueden degradar adecuadamente las proteínas tóxicas que se acumulan en el cerebro, lo que resulta en daño cerebral y síntomas neurológicos.