Etimología

Con respecto a la etimología de esta palabra, las diferentes fuentes especializadas señalan que esta puede concebirse como la suma o combinación de dos raíces griegas, cada una de las cuales puede ser explicada de la siguiente manera:

Peri-, proviene de la partícula griega perí (περί) el cual puede traducirse literalmente como “alrederor de”.

Plasma, por su parte, esta partícula puede considerarse proveniente de la raíz griega plás-m(a) (πλάσμα) que a su vez refiere directamente al concepto “líquido constituyente”.

Por ende, la palabra “periplasma” puede considerarse entonces –en su sentido estrictamente etimológico- como el líquido constituyente que se encuentra alrededor de. De acuerdo a lo que señalan los distintos diccionarios médicos, la voz “periplasma” puede ser considerada un neologismo, construida con raíces griegas, e introducida al inglés, por el científico A. de Bary, en el año 1887.

Características del periplasma

De acuerdo a lo que señalan las distintas fuentes, el Periplasma puede ser descrito como un volumen, compuesto por una gran cantidad de enzimas y proteínas, que se dispone alrededor de la célula.

Entre los componentes que más destacan en el Periplasma se encuentran las proteínas de transporte, así como las enzimas degradantes, entre ellas las hidrolíticas, cuya principal función de la de degradar algunos nutrientes, para permitir su paso hacia el interior de la célula. Así mismo, en el Periplasma se encuentran algunas proteínas de unión, que se encargan del proceso de transporte de sustrato.

Ubicación del periplasma

Con respecto a su ubicación, la Biología señala que el Periplasma es un área gelatinosa, que puede encontrarse ubicada en las células procariotas, específicamente en el área que rodea al citoplasma, entre la membrana externa y la membrana plasmática.

Función del periplasma

Según las distintas fuentes, el Periplasma puede entenderse como un elemento vital para el metabolismo energético de la célula, puesto que sus proteínas de transporte y enzimas degradantes cumplen un papel de gran importancia en la alimentación celular, a través del proceso, degradación y asimilación de un gran número de composiciones químicas.

Así también, la Biología señala que el Periplasma también cuenta con una gran importancia en lo que se refiere a los procesos de osmo regulación de la célula. En este sentido, la gran cantidad de macromoléculas concisas tienen una influencia directa en la concentración de las partículas, es decir en la regulación de la osmolaridad. Igualmente cumple un papel de gran importancia en la carga eléctrica presente entre el espacio periplasmático y el citoplasma.

Finalmente, el Periplasma también tiene una participación de gran importancia en el procesamiento y transporte de las moléculas que interactúan con la célula eucariota, bien porque entran en ella o porque salen.