Definición
Adjetivo o sustantivo femenino. Hace alusión de la teoría sobre el razonamiento silogístico. Se considera el primer sistema de lógica deductiva, planteada por el filósofo griego Aristóteles.
Etimología
Este término proviene de la voz griega ‘syllogistikós’, que pasó al latín bajo la denominación de ‘syllogistĭcus’. Como adjetivo, se emplea para designar a todo lo asociado con el silogismo. Por ejemplo, se habla de argumentación silogística, o de forma silogística.
La forma silogística abarca tres axiomas: dos premisas más una conclusión, misma que se obtiene de las demás. En esto se apoya la lógica aristotélica, estimada como el eje del pensamiento científico.
La veracidad
Se debe considerar que, aunque la forma silogística sea acertada bajo la perspectiva lógica, la veracidad del corolario no es garantizada mientras no se cumplan ciertas normas de las premisas junto con sus términos.
Por ejemplo, un razonamiento surge de la siguiente premisa: “todos los colombianos son latinoamericanos”. En seguida, continúa otra premisa: “hay latinos que son uruguayos”. En tal lógica, se podría concluir: “por consiguiente, existen uruguayos que son colombianos”. Entonces, la forma silogística se cumple desde la generalidad, empero la conclusión no es veraz. (Sin tener en cuenta la posibilidad de un colombiano de obtener nacionalidad uruguaya o viceversa).
Ahora, el siguiente caso ejemplifica una argumentación silogística con una conclusión verídica:
Primera Premisa: “Las personas no son inmortales”.
Segunda Premisa: “Los dioses son eternos”.
Conclusión: “Por consiguiente, los dioses no son personas”.
Ya hemos podido apreciar los detalles grosso modo de la silogística y la correspondencia entre cada una de las premisas. En seguida, se explicarán los elementos que la componen, con mayor precisión:
Para comenzar, se disponen de tres términos: sujeto, predicado y medio. Posteriormente, se deriva el antecedente, estructurado con dos juicios llamados premisas. Al final, se encuentra el consecuente, que equivale a la conclusión en forma de juicio de todos los aspectos anteriores.
Bajo una perspectiva estructural, se pueden ordenar estos elementos en tres secciones:
La premisa mayor, que corresponde al juicio presente en el predicado de la conclusión, el cual se contrasta con el término medio.
La premisa menor: aquí se halla el término menor de la conclusión, mismo que igualmente se contrasta con el medio.
El consecuente: es el mismo corolario o conclusión, el juicio que resulta de la afirmación o la negación, la unión o separación de la asociación existente entre el sujeto y el predicado.
Varias nociones fundamentales se repiten en toda la definición: los términos, que luego de entrelazarse, conforman el argumento. Y los juicios, de donde se obtienen las premisas.
Las propiedades de los términos
En cuanto los términos, se debe resaltar su extensión, la cual determina una cantidad. Al igual que el predicado, como el sujeto y el término medio, se pueden extraer en su extensión general como en su extensión singular.
La silogística lo asume como que el sujeto implica por completo a los individuos a los cuales pueda hacer alusión el concepto. El predicado, a diferencia de éste, involucra un conjunto limitado.
Además, se tiene la relación o cualidad que resulta entre los términos, cuya naturaleza puede ser de afirmación o de negación, según sea posible afirmar que R es F o al revés, correspondientemente. Con respecto de la extensión, el predicado de una afirmación cuenta con una longitud propia en todas las situaciones, pero el de una negación presenta una general.