Abrazo

Definición

Sustantivo masculino se define como la acción de abrazar o rodear el cuello con los brazos, también es la acción y efecto de abrazar y abrazarse en general. La frase o locución «darse el ultimo abrazo» significa despedirse.

Etimología

La palabra abrazo se refiere a la acción de ceñir con los brazos a alguien o algo, generalmente en señal de cariño o afecto. Su origen etimológico se remonta al latín amplexus, que significa «abrazo» o «estrechamiento», y que es el participio del verbo amplecti, que significa «rodear» o «ceñir». Este verbo se forma con el prefijo ad-, que indica cercanía o dirección, y el sustantivo plectere, que significa «trenzar» o «plegar». Así, abrazar implica entrelazar los brazos alrededor de alguien o algo.

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El sustantivo abrazo se documenta en español desde el siglo XIII, y el verbo abrazar desde el siglo XII. Ambos términos han dado lugar a diversas expresiones y derivados, como abrazable (que se puede abrazar), abrazador (que abraza mucho), abrazonazo (abrazo fuerte), desabrazar (separarse de un abrazo), reabrazar (volver a abrazar) o entreabrir (abrir un poco).

La palabra latina amplexus también ha generado otras palabras en español relacionadas con el concepto de rodear o envolver, como ampliar (hacer más grande), amplio (que tiene mucha extensión), amplitud (grado de extensión) o ampolla (vesícula llena de líquido).

Por otro lado, la dicción brazo proviene del griego brakhíon, que significa «cortito» o «brazo». Este término se usaba para distinguir la extremidad superior del cuerpo humano de la inferior, llamada skelós. El griego brakhíon pasó al latín como bracchium y luego al español como brazo. De esta raíz también derivan otras palabras como braza (medida de longitud equivalente a la distancia entre las puntas de los dedos con los brazos extendidos), bracear (mover los brazos) o desbravar (quitar lo bravo).

El significado del abrazo

El abrazo es una forma de comunicación no verbal que expresa diversos sentimientos y emociones, como amor, afecto, amistad, consuelo o simpatía. El abrazo consiste en rodear o ceñir con los brazos a alguien o algo, y puede hacerse de manera pública o privada, sin estigma en muchos países y culturas. El abrazo suele indicar familiaridad y cercanía con el otro, aunque también puede tener un sentido de condolencia o apoyo en momentos difíciles.

Este gesto afectivo tiene un impacto positivo en la salud física y mental de las personas, ya que reduce el estrés, la ansiedad, la depresión y la soledad; aumenta la confianza, la seguridad y el bienestar; relaja los músculos, libera la tensión del cuerpo y fortalece el sistema inmunológico al elevar los niveles de serotonina. Además, el abrazo estimula el nivel de oxígeno en la sangre y disminuye la presión arterial.

El significado y el simbolismo del abrazo pueden variar según las diferentes culturas y contextos. Por ejemplo, en algunas culturas orientales el abrazo se considera una muestra de respeto o reverencia hacia una persona mayor o una autoridad. En otras culturas occidentales el abrazo se asocia más con la expresión de afecto o intimidad entre amigos, familiares o parejas. También existen diferentes tipos de abrazos según el grado de intensidad, duración y posición de los brazos.

Tipos de abrazo

Existen diferentes tipos de abrazos y cada uno tiene un significado distinto según el contexto y la relación entre los involucrados. Algunos de los tipos de abrazos más comunes son:

El abrazo de oso: se trata de un abrazo fuerte y envolvente, que transmite protección, seguridad y confianza. Se suele dar entre personas que tienen una relación cercana y profunda, como familiares, amigos íntimos o parejas. Este tipo de abrazo puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, ya que libera oxitocina, la hormona del amor.

El abrazo lateral: se trata de un abrazo en el que las personas se colocan una al lado de la otra y se rodean con un brazo por los hombros o la cintura. Este tipo de abrazo expresa complicidad, amistad y apoyo mutuo. Se suele dar entre amigos, compañeros o familiares que comparten un momento divertido o emotivo.

El abrazo en grupo: se trata de un abrazo en el que varias personas se juntan y se rodean con los brazos formando un círculo. Este tipo de abrazo expresa unidad, solidaridad y celebración. Se suele dar entre personas que pertenecen a un mismo equipo, grupo o comunidad y que han logrado un objetivo común o quieren mostrar su afecto colectivo.

Cómo dar un abrazo

Para dar un abrazo de manera adecuada y efectiva, es importante tener en cuenta algunos aspectos:

El consentimiento: antes de abrazar a alguien, asegúrate de que la persona está cómoda y dispuesta a recibir el abrazo. Puedes preguntarle verbalmente o con una señal gestual si puedes abrazarla o esperar a que ella te lo pida o te lo ofrezca. Respeta su decisión si no quiere ser abrazada y no insistas ni te ofendas.

El contexto: adapta el tipo y la duración del abrazo al grado de intimidad y confianza que tengas con la persona y al motivo del abrazo. No es lo mismo abrazar a un amigo que a un desconocido, ni abrazar por felicidad que por consuelo. En general, los abrazos más largos y estrechos se reservan para las personas más cercanas y las situaciones más emotivas, mientras que los abrazos más cortos y sueltos se usan para las personas más distantes y las situaciones más formales o casuales.

La postura: adopta una postura cómoda y natural al dar el abrazo. Evita forzar la posición o el movimiento de la otra persona o invadir su espacio personal. Puedes rodear con tus brazos su cintura, sus hombros o su espalda, según el nivel de cercanía que tengas con ella. También puedes apoyar tu cabeza en su hombro o en su pecho, si es apropiado. Mantén una distancia prudente entre vuestros cuerpos si no quieres enviar una señal equivocada o incomodar a la otra persona.

La actitud: transmite con tu abrazo el sentimiento que quieres expresar. Sé sincero, cálido y respetuoso al dar el abrazo. No lo hagas por compromiso, por rutina o por interés. Presta atención a las reacciones de la otra persona y ajusta tu abrazo según sus necesidades. Puedes acompañar el abrazo con palabras de ánimo, de gratitud o de cariño, según el caso. Sonríe al terminar el abrazo y mira a la otra persona a los ojos para reforzar el vínculo.

El abrazo en la terapia

El abrazo también tiene beneficios para la salud mental y emocional de las personas, ya que libera hormonas que favorecen el bienestar, la autoestima y la confianza. Algunas terapias han incorporado el abrazo como una herramienta para tratar la depresión, la ansiedad y el estrés, así como para mejorar las relaciones interpersonales.

Existen diferentes tipos de abrazos según el contexto, la intención y la duración. Por ejemplo, el abrazo terapéutico es aquel que se da con fines curativos o sanadores, buscando transmitir calma, seguridad y comprensión. El abrazo terapéutico suele ser más prolongado y profundo que un abrazo casual o social. También hay abrazos grupales o colectivos que se realizan en talleres o actividades donde se fomenta el contacto físico y la expresión emocional.

El abrazo en la terapia puede tener varios objetivos según las necesidades de cada persona o grupo. Algunos de estos objetivos son:

  • Reducir el aislamiento y la soledad.
  • Fomentar el vínculo afectivo y la confianza.
  • Liberar tensiones y bloqueos emocionales o físicos.
  • Estimular el sistema inmunológico y prevenir enfermedades.
  • Generar sensaciones de placer, alegría y gratitud.
  • Potenciar la creatividad y la imaginación.
  • Desarrollar habilidades sociales como la empatía, la asertividad y la escucha activa.

El abrazo en la terapia no es una técnica aislada sino que se integra con otras intervenciones psicológicas o educativas según el enfoque de cada profesional. El abrazo en la terapia requiere de un consentimiento mutuo entre las partes involucradas y de un respeto por los límites personales de cada uno. El abrazo en la terapia no debe ser impuesto ni forzado sino que debe surgir de forma natural y espontánea.

Curiosidades sobre el abrazo

Los abrazos liberan oxitocina y dopamina, dos hormonas que nos hacen sentir bien, reducen el estrés, alivian el dolor y mejoran el ánimo.

Los abrazos también ayudan a relajar los músculos, a regular la presión arterial y a fortalecer el sistema inmunológico.

Los abrazos contribuyen al desarrollo neuronal de los bebés, ya que estimulan su cerebro y su afectividad.

Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Dundee, el abrazo medio dura unos tres segundos. Sin embargo, se recomienda alargarlos hasta 20 segundos para activar la oxitocina y obtener sus beneficios.

De acuerdo con la psicóloga Virginia Satir, necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenernos y doce para crecer. Esto se debe a que los abrazos aumentan nuestra autoestima y nuestra confianza.

Existen ocho tipos de abrazos según la psicología: el clásico o cruzado, el protector o envolvente, el lateral o de costado, el íntimo o romántico, el fraternal o amistoso, el formal o educado, el cómplice o divertido y el consolador o empático. Cada uno tiene un significado diferente según la relación entre las personas y la intención del gesto.

El abrazo en la terapia es una forma de expresar amor incondicional hacia uno mismo y hacia los demás. El abrazo en la terapia nos recuerda que somos seres humanos que necesitamos dar y recibir afecto para sentirnos bien.

El abrazo de pato

El abrazo de pato es una enfermedad respiratoria causada por el virus de la influenza tipo A, subtipo H3N2. Se caracteriza por fiebre alta, tos seca, decaimiento y dolores de cabeza y musculares. Se transmite fácilmente de persona a persona a través de estornudos y tos. El nombre popular se debe a que los enfermos sienten que les falta el aire y hacen un sonido similar al de un pato al respirar.

Esta enfermedad se presentó como una epidemia en la Costa Atlántica colombiana en 1996, dejando 20 muertos según las autoridades de salud. La forma más efectiva de prevenir el abrazo del pato es vacunarse contra la influenza cada año, especialmente las personas mayores de 60 años, los diabéticos, los enfermos crónicos y los niños menores de cinco años. También se recomienda evitar el contacto con personas enfermas, lavarse las manos frecuentemente y cubrirse la boca al estornudar o toser.

El abrazo del pato puede complicarse con neumonía severa, laringitis, bronconeumonía y lesiones musculares o nerviosas. En algunos casos puede ser mortal. Por eso es importante consultar al médico si se presentan síntomas como fiebre persistente, dificultad para respirar o expectoración con sangre. El tratamiento consiste en reposo, hidratación y medicamentos para aliviar los síntomas. No se debe dar aspirina a los niños con esta enfermedad porque puede causar el Síndrome de Reyé.

Bibliografía ► Definiciona.com (22 marzo, 2023). Definición y etimología de abrazo. Recuperado de https://definiciona.com/abrazo/