Definición
Adjetivo que hace referencia de algo o alguien que es muy querido y que es de los afectos. En otro contexto, denota que algo ha subido de precio.
Etimología
Esta terminología se deriva del verbo ‘apreciar’, que a su vez guarda su origen en la voz latina ‘appretiare’, con el sentido de “estimar el esfuerzo que cuesta conseguir algo, o incrementar el valor”. Se compone del prefio ‘ad’m que sigifica ‘hacia’, junto con el vocablo ‘pretium’ (precio) y en este caso, el sufijo ‘ado’, constituyente de adjetivos y de la forma participio de este verbo.
En la economía
En el ámbito económico, se dice que una moneda se ha apreciado, cuando una de las monedas de un par, incrementa su valor con respecto a la otra.
Uno de los principales factores que influyen para que una divisa se haya apreciado, son las tasas de inflación más bajas. Entonces, dicha moneda con inflación más reducida aumenta de costo, al revés de las de mayor inflación. Según la teoría, las bajas tasas de inflación generan que se suban los tipos de interés y esta medida al mismo tiempo, promueve las inversiones del exterior en una nación, haciendo que su divisa sea más apreciada. Pero esto es en teoría, ya que todo es muy variable en la realidad.
Otra causa de que una moneda se haya apreciado, depende del grado de seguridad que perciban los inversores, por parte del banco central y el gobierno de una nación.
Lo puede ejemplificar claramente lo que sucede con Suiza, país catalogado como un refugio estable para los inversionistas, lo cual desencadena que su moneda en épocas críticas de la economía, en lugar de bajar, se ha apreciado con relación a las demás. Una de las razones se debe a que nunca ha intervenido en ningún conflicto bélico, al igual que a su acogida a inversiones extranjeras.
Como forma de cortesía
En otro sentido, en las cartas y comunicados, se acostumbra a utilizar este calificativo, como una forma de cortesía. Se puede ver en los encabezados de cartas: “apreciado señor (a)”, “apreciado usuario”, “apreciados colegas”, “apreciado doctor (a)”, “apreciado cliente”, etc.
La necesidad de ser apreciado por los demás
Es un deseo particular de la mayoría de los seres humanos, pero puede transformarse en una patología, cuando se convierte en una obsesión que trasgrede la autoestima.
Si se torna como una extrema necesidad, equivale como a conceder a otras personas, pequeños fragmentos de sí mismo, creyendo que resultan imprescindibles en la vida.
En el caso de afrontar alguna clase de desprecio de esas personas, o por un pequeño detalle de desaprobación, la autoestima se deteriora.
En tal efecto, ya se trata de un problema psicológico. Del mismo modo, si únicamente se logra satisfacción personal al recibir alabanzas y apoyo, pues de no ser así, se experimenta una sensación de vacío y crisis existencial. En esa condición, se le atribuye enorme importancia a las opiniones ajenas, otorgando el dominio de la psicología a los demás.
Ser apreciado es gratificante, pero no se puede volver en el objetivo de la existencia.