Etimología

Esta palabra en su etimología viene del latín «Arabĭus» y del árabe «arab» que quiere decir tierra occidental.

Corresponde a la región de la Península Arábiga, misma que se extiende desde Egipto hasta Yemen.  Allí se encuentran algunas de las civilizaciones históricamente más importantes del mundo, como los nabateos, quienes construyeron Petra en Jordania, además de los sumerios y babilonios, que crearon algunos de los primeros registros escritos.

La palabra ‘Arabia’ procede de la palabra ‘Arava’, que significa “vagar”. Se cree que este nombre fue dado a las tierras de Arabia por las tribus semitas que se asentaron allí. Esta terminología también puede proceder de una palabra griega que significa “orilla”.

Esta denominación procede del nombre griego de la región, Arabike. Se tradujo en escritos griegos y romanos para describir la zona que hoy conocemos como Arabia Saudí. Se cree que fue acuñada por Heródoto hacia el año 450 aC, aunque este dato es discutido por algunos estudiosos.

El término se ha utilizado para designar la región desde aproximadamente el año 50 de la era cristiana, cuando Plinio el Viejo lo empleó por primera vez en su libro “Historia Natural”. Más tarde, Ptolomeo (90-168 dC) y otros geógrafos de la Antigüedad adoptaron el término y se refirieron a ella como “Arabia Petraea” o “Arabia Felix”.

Apareció originalmente en textos griegos con el nombre de Aramea y se empleó para aludir a la zona que hoy incluye el oeste de Irak, el este de Jordania, Siria, Líbano, Israel y Palestina. En esta época al igual se utilizó de forma más general para referirse de todas las tierras árabes.

Procede del griego ‘aram’, que significa “más allá” o “al otro lado”. El nombre árabe de esta región es al-Arḍ al-Munṣirah o al-Arḍ al-Muṣannifah, que traduce “la tierra donde vive la gente”.

La palabra se generalizó tras el surgimiento del Islam como forma de diferenciar entre los árabes que vivían en Arabia y los que residían en otras partes de Oriente Próximo. Los no árabes se referían a los árabes que vivían en Arabia como árabes, porque dominaban gran parte de la región en aquel tiempo.

La economía de Arabia

La economía árabe es la mayor del mundo y es una de las que más rápido crece. El Producto Interior Bruto (PIB) del país creció un 4,3% en 2018, una cifra superior a la de cualquier otro país del mundo, excepto China. Además de su alta tasa de crecimiento, también tiene una tasa de desempleo de solo el 2% y una tasa de inflación de solo el 1%. Todos estos son signos que indican una economía muy estable.

Su PIB  es de más de 3 billones de dólares. Alberga aproximadamente, el 30% de las reservas mundiales de petróleo, e históricamente ha dependido de sus exportaciones de productos petrolíferos para su crecimiento. No obstante, en los últimos años, el gobierno ha comenzado a desarrollar fuentes alternativas de ingresos en su intento de diversificarse y dejar de depender del petróleo.

Los sectores más importantes de la industria árabe son la extracción de petróleo y gas; el refinado; la fabricación de productos petroquímicos; la gestión del agua y los residuos; la producción de materiales de construcción; el procesamiento de alimentos; la fabricación de textiles y prendas de vestir; la fabricación de equipos de transporte; la fabricación de productos farmacéuticos; la prestación de servicios de telecomunicaciones; la prestación de servicios de tecnología de la información; la prestación de servicios de comercio al por mayor; prestación de servicios financieros.

Igualmente, la prestación de servicios inmobiliarios; prestación de servicios administrativos; prestación de servicios educativos; prestación de servicios de investigación y desarrollo científicos (excepto médicos/dentales); minería (excepto petróleo); prestación de servicios artísticos, recreativos, de entretenimiento, de alojamiento y de alimentación (excepto instalaciones recreativas); prestación de servicios sanitarios (excepto consultas médicas).

La sociedad de Arabia

Los habitantes de Arabia son conocidos por su hospitalidad, y cuentan con una larga historia de acogida de viajeros de todo el mundo. La rica historia de la zona se refleja en sus numerosos lugares históricos y atracciones, lo que la convierte en un magnífico destino para viajar.

Su pueblo tiene muchas tradiciones que ha conservado durante miles de años. Una de ellas son las carreras de camellos, que siguen siendo muy populares hoy en día. Otra tradición es el arte de la caligrafía, que consiste en escribir bellas palabras en escritura árabe.

Asimismo, ostenta una significativa tradición de contar historias. Esto se refleja en sus famosos cuentos, como “Aladino”, que se han traducido a otros idiomas en todo el mundo.

Además de sus creencias religiosas, muchos árabes practican también la medicina tradicional, que utiliza remedios naturales como hierbas y especias en lugar de los medicamentos modernos o los métodos quirúrgicos utilizados por los médicos occidentales (o de otras culturas).

Los ancianos son considerados sabios y conocedores por los miembros de sus comunidades, por lo que son respetados y tratados con veneración por las generaciones más jóvenes. Los ancianos suelen ocupar puestos de poder en sus hogares o comunidades, como ser cabeza de una familia extensa o formar parte de un consejo asesor en el trabajo (conocido como shura).

Los lugares más importantes de Arabia

Arabia alberga algunos de los sitios más relevantes del planeta. Es un lugar donde se puede encontrar de todo, desde ruinas antiguas y maravillas naturales hasta ciudades modernas y centros culturales.  Los más importantes giran en torno del Islam, la religión mayoritaria de la zona.

El primero de ellos es la Gran Mezquita de La Meca. Situada en Arabia Saudí, es uno de los más sagrados para los musulmanes de todo el mundo, ya que allí yace una piedra negra que se cree procede del cielo. La mezquita fue construida a lo largo de 20 años por el año de Mahoma, considerada una figura importante del Islam.

Otro lugar muy apreciado para los musulmanes es la Mezquita Omeya de Damasco (Siria). Fue construido por el califa Abd al-Malik ibn Marwan en 705 dC y muchos musulmanes la siguen utilizando como sitio de culto.

Igual sucede con la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén. Fue construida por el califa Abd al-Malik ibn Marwan y asignada de centro de peregrinación islámica hasta el año 1077, cuando fue destruida por un terremoto o un incendio; desde entonces, ha sido reconstruida varias veces y sigue siendo un destino de culto y peregrinación.

Si se está planeando un viaje a Arabia, toda una aventura espera. La nación está llena de zonas y atracciones increíbles, pero hay algunos que destacan por su especial importancia, como los siguientes:

Petra: Petra es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y está situada en Jordania. Es famosa por su arquitectura excavada en la roca y su sistema de canales de agua, que se han conservado desde su apogeo en el siglo I de nuestra era.

La Meca: La Meca es una de las ciudades más sagradas del Islam y alberga muchos lugares religiosos importantes. Por ejemplo, la Kaaba, un edificio en forma de cubo que, según los musulmanes, construyeron Abraham e Ismael para adorar juntos a Dios; la Masyid al-Haram, una mezquita donde se reúnen los peregrinos durante la temporada del Hayy; el monte Arafat, donde Mahoma pronunció su último sermón antes de morir; y Muzdalifah, donde los peregrinos se reúnen para sacrificar animales en Eid al-Adha (la Fiesta del Sacrificio).

Los montes Hajar: Estas montañas forman parte de una cadena llamada Al-Hijaz, que atraviesa Arabia Saudí y Yemen; albergan varias maravillas naturales.