Con respecto a su origen, las distintas fuentes coinciden en señalar que la letra C comparte origen con la letra G. En este sentido, los historiadores refieren que es posible que en principio esta letra se haya originado de un jeroglífico egipcio, el cual tenía forma de honda. Así mismo, la Historia refiere que esta letra se gestó en los pueblos semitas (fenicios, árabes y hebreos) los cuales la llamaron gimel, palabra que algunos creen que significaba honda, encontrando relación con el pictograma egipcio.

No obstante, existen teorías diferentes que señalan que el carácter semita en forma de triángulo sin base hiciera referencia más bien a gamal, palabra usada para referirse a la joroba del camello. En las lenguas semitas, de forma correspondiente, como origen de la C se puede encontrar la letra “kap” para el fenicio “kof” para el hebreo y “kef” para el árabe.

Por su parte, los griegos –al menos en el griego arcaico- tomaron la letra del etrusco temprano, en donde representaba el sonido /k/, bautizándola como Gamma. En ese momento inicial tuvo una forma distinta  aquella en la que se conocería en épocas más recientes, en donde la Gamma tiene la forma Γ.

Por su parte, en el latín clásico esta letra finalmente toma la forma C. En esta lengua se utilizaban las letras C,  y Q para representar los sonidos /k/ y /g/. De esta forma, la letra Q representaba los sonidos /k/ y /g/ cuando al grafema le seguían las vocales o y u; por su parte se usaba la letra k en palabras en las cuales seguía la letra “a”, mientras que la letra C era destinada a palabras en donde después del uso de esta letra seguían las vocales e, i.

Posteriormente, en el siglo III, Espurio Carvilio, quien en ese momento ejercía la posición de liberto tomó la decisión de agregar un gancho a la letra C, creando un nuevo grafema: la letra G, la cual tendría la misión de representar el sonido /g/. Por su parte, la letra C quedó con la responsabilidad de representar el sonido /k/. En consecuencia, las letras C y G remplazaron finalmente a las letras Q y K.

Uso fonético en el Español

En cuanto a su valor fonético, la C presenta en el Español dos posibles realizaciones: por un lado, tiene un sonido fuerte /k/, el cual se realiza como una consonante oclusiva palatal sorda, siendo  utilizado cuando esta letra se encuentra de forma anterior a las vocales a (cantar), o (colorear) y u (curry); así también, la C tienen un valor suave, el cual puede pronunciarse como una fricativa dental sorda /θ/ o como una consonante fricativa dental-alveolar /s/, sonidos que se realizan cuando la letra se encuentra seguida de las vocales e (centauro) o i (cielo).

Reglas ortográficas para la C

Una de las características que tiene la C, en el Español sobre todo en el Español usado en América hispanohablante y en las Islas Canarias es presentar igual valor fonético que la S, cuando estas letras se encuentran delante de la “e” y de la “i”. Además, sucede también, en el Español, que la x sea pronunciada igual que la C delante de estas vocales.

Por ende, la guía para saber qué letra debe usarse no reside en la fonética, sino que pertenece a la tradición lingüística. A continuación las reglas ortográficas para el uso de la C en la Lengua española:

Se escriben con C todas las palabras que cuenten con las siguientes terminaciones: -cito (pobrecito), -cita (cabecita), -cillo (pocillo), -cilla (cabecilla), -cecillo (pececillo) o –cecilla (lucecilla).

Así también, se escribirán con C todos los plurales de las palabras que terminan con la letra z. Por ejemplo: lápiz→ lápices / cruz → cruces / luz → luces.

En el Español se escribe igualmente con C las palabras que cuentan con la terminación lingüística –ción, cuando el sustantivo concreto termine a su vez en –tor. Por ejemplo: director → dirección.

Por otro lado, también se escribirán con la letra C aquellos verbos, cuyo infinitivo cuenten con las siguientes terminaciones –cer (cocer), -ceder (conceder), -cir (decir), -cender (descender), -cibir (recibir), -cidir (decidir).

Uso de la C

Además de ser un grafema del alfabeto latino y español, el cual ejerce funciones de consonante, en la formación de palabras, la letra C constituye también un símbolo, el cual es usado en algunas otras materias o rama del saber, con distintas formas y diversos significados. A continuación, algunos de ellos:

Usos gráficos para la C mayúscula

En primer lugar, se nombrarán algunos usos que tiene la C mayúscula como símbolo:

En el sistema de notación musical anglosajona, se usa C para representar la nota Do.

Así también, en el sistema educativo, cuando este se basa en letras, representa la tercera nota más alta, después de la A y la B.

En la numeración romana, la C representa al número 100.

Por su parte, en el Sistema hexadecimal, la C es empleada para referir al valor 12 decimal.

En Física, la C mayúscula representa la unidad de carga eléctrica denominada Culombio.

En Química, en cambio, la letra C mayúscula representa el carbono.

Si se precede la C mayúscula de un «°» representa los grados Celsius 

Igualmente, la C es usada para nombrar una vitamina esencial para el cuerpo humano: la vitamina C.

Uso gráfico de la “c” minúscula

Por otro lado, la letra c, cuando se encuentra en minúscula tiene los siguientes usos como símbolo:

En la física, la c minúscula, en la Ley de la relatividad, representa la velocidad de la luz.

Etimología