Etimología

Con respecto a su etimología, al ser una palabra compuesta por dos partículas, se revisará cada una de ellas por separado:

Célula: esta partícula es identificada como un préstamo del Latín, ocurrido en el siglo XV, desde el diminutivo “cellula”, que puede traducirse como “celdita”, y que proviene a su vez de la palabra “cella”, la cual por su parte se relaciona con el concepto “cuarto pequeño”. Según las distintas fuentes, es en el siglo XIX, cuando esta palabra es asumida por la Biología.

Procariota, en cuanto a la palabra “procariota” esta es definida como una palabra compuesta por dos raíces griegas: la partícula “pro”, que se traduce literalmente como “antes de”, y la partícula “karyon”, que a significa “núcleo”.

Así mismo, la Biología le atribuye al biólogo francés, Eduard Chatton (1883-1947) la acuñación de la palabra compuesta “célula procariota”, término que fue adoptado entonces en el siglo XX para diferenciar esta tipo de células, sin núcleo definido, de aquellas que sí lo tienen, y que reciben el nombre de eucariota.

Evolución y filiación de la célula procariota

Sin embargo, la palabra compuesta “célula procariota”, además de ser usada para designar al tipo de célula, que se caracteriza por no tener núcleo, es usado en la Biología para referir a aquellos organismos unicelulares, que son clasificados dentro del dominio Prokaryota, el cual es denominado más comúnmente como “Monera”, según la clasificación de los biólogos Herbert Coopeland o Robert Whittaker.

Por otro lado, dentro de la Biología existe una teoría, conocida como endosimbiosis seriada, la cual afirma que los seres más complejos a nivel celular, es decir, los eucariotes, evolucionaron hace 1500 millones de años de seres procariontes. En consecuencia, según esta teoría, todos los organismos que existen en el planeta, por muy complejos que sean, derivan por evolución de una forma unicelular procariota.

Estructura de la célula procariota

En cuanto a su estructura, la Biología señala que las células procariontas cuentan con al menos seis distintos compartimientos, entre los que se encuentran los siguientes: membrana celular, pared celular, citoplasma, nucleoide, ribosomas, compartimentos procariotas (Carboxisomas, Anammoxosomas, Ficobilisomas, Proteosomas, Magnetosomas y Clorosomas).

Así mismo, en la estructura de la célula procariota se pueden encontrar otros elementos, como por ejemplo los flagelos, el periplasma, la membrana externa, la cápsula, las inclusiones citoplasmáticas, los plásmidos, la capa S, entre otros.

Tipos de células procariotas

Con respecto a los distintos tipos de células procariotas, la Biología ha señalado que estas pueden ser clasificadas en dos grandes grupos, cada uno de los cuales se encuentra conformado por los siguientes subtipos:

Según su morfología

La Biología plantea una primera clasificación, cuyo criterio es la forma que puede observarse en estar células procariotas u organismos unicelulares. Dentro de esta clasificación se encuentran los siguientes: Coco, Bacilos, Vibrios y Espirilos.

Según su envoltura celular

Otro de los criterios que existen en la Biología para clasificar la célula procariota es el tipo de pared celular que la envuelve, es decir, el número de membranas que posee. Bajo este criterio se agrupan las siguientes: Gracilicutes, Firmicutes, Mendosicutes y Tenericutes.

Funciones bioquímicas y metabólicas

De acuerdo a lo que señala la Biología, dentro de las distintas células procariotas puede encontrarse igualmente una gran diversidad de metabolismos, lo cual hace además que haya una gran diversidad de células procariontes. En este rasgo, este tipo de células se diferencia bastante de las células eucariotas, entre las que existe mayor uniformidad en cuanto a lo metabólico.

Por consiguiente, las ciencias biológicas han estudiado especialmente dos rasgos del metabolismo de este tipo de células:

Nutrición

Este tipo de células puede contar con dos distintos tipos de alimentación, una del tipo autótrofa (fotosíntesis o quimiosíntesis) o también heterótrofa (la cual puede ser simbiótica, parásita o saprofita). Dentro de este criterio, las células también son clasificadas entre individuos anaerobios y aerobios.

Reproducción

Igualmente, la Reproducción es otra de las funciones metabólicas que sirven para clasificar las células procariotas. En este sentido, la Biología reconoce cuatro grandes grupos: Reproducción asexual (cada célula se divide en dos, luego de que se ha dividido el citoplasma y la información genética); Reproducción parasexual (las células intercambian ADN); Conjugación (por medio del PILI, una bacteria entra en contacto con otra, y así un de ellas dona ADN a otra, logrando que el ADN se recombine, antes de reproducirse); Transducción (un virus lleva a una bacteria parasitadas algunos fragmentos de ADN, los cuales se integran al ADN de esta); Transformación (una bacteria toma de los plásmidos los fragmentos de ADN que se encuentran en ellos, provenientes de otra bacterias a su alrededor).