Etimología

Este vocabulario etimológicamente proviene del verbo activo transitivo ‘descartar’, con el mismo significado.

Frase de ejemplo:

Jugamos estas cartas sin ningún tipo de descarte.

En determinados juegos de azar, se habla del descarte de las cartas que se sostienen en la mano. Las cartas que se anulan ya no tienen ninguna validez y por medio del descarte, la idea es reemplazarlas con otras que todavía no se han distribuido, mismas que incluso pueden mejorar el panorama del juego.

En un sentido general, todo lo que se considera inútil y que sale sobrando, entra en el concepto de ‘descarte’. Veamos algunos casos de ejemplo: “Una edificación que haya sido construida con descartes de otras obras, se halla en serio peligro, pues no cuenta con los requisitos básicos de seguridad”. “Las personas de muy escasos recursos económicos, se ven obligados a comer con los descartes de los establecimientos de comidas de la ciudad”. “El Real Madrid ha manifestado que no cuenta con la liquidez suficiente para contratar más estrellas del balompié, por lo que proyecta contactar jugadores de respaldo en los descartes de otros clubes”.

En el ámbito deportivo se suele usar esta terminología, especialmente en el fútbol y el baloncesto, con el fin de designar a los jugadores no convocados a participar de un partido. El entrenador determina cuáles serán los deportistas de los descartes, teniendo muy en cuenta las lesiones o patologías que los pueda estar afectando. Ejemplo:

“El entrenador de la Selección Colombia, Reinaldo Rueda, se vio obligado a determinar dos descartes en el conjunto de los futbolistas probables que irían al Mundial”.

De igual forma, en lo que respecta de la medicina, la palabra ‘descarte’ se utiliza con frecuencia. En este sentido, para hacer alusión a todos los test de salud que se le practican a un individuo, cuando presenta algún dolor, con la intención de desechar la posibilidad de algunas enfermedades.

En tal efecto, se habla del descarte de colesterol, de cáncer, de problemas cardiovasculares, etc., como una prueba para eliminar la probabilidad de que el paciente pudiese sufrir algunas de esas patologías, para poder diagnosticar un tratamiento adecuado.