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Definición
Sustantivo femenino. Hace referencia de algo que es único y pertenece sólo a alguien, a una empresa, o a una cosa.
Etimología
Esta palabra se derivó del adjetivo latino escolástico ‘exclusivus’, junto con el sufijo ‘dad’, que denota una cualidad. La denominación ‘exclusivus’ fue empleada por primera vez según registros, por grandes pensadores como Bernardo de Claraval y Pedro Lombardo, así como el mismo Tomás de Aquino y otros filósofos.
Tal vocabulario surgió al mismo tiempo que su antónimo ‘inclusividad’, con el propósito de denotar a premisas de razonamientos y los famosos silogismos escolásticos, que debido a su definición o necesidad omiten otra afirmación.
En tal efecto, esta locución se adoptó en el español, para hacer alusión de todo aquello que resulte afectando a un conjunto único o delimitado y deja por fuera a otros de sus beneficios o de sus vínculos que los afecten. Esta es la base de la exclusividad: una cualidad o circunstancia propias de lo que se considera exclusivo.
En su estructura lexical se aprecia el sufijo ‘ivus’, mismo que constituye adjetivos que señalan un lazo activo o pasivo con algún verbo, tomando como base el supino ‘exclusum’ de la expresión ‘excludere’, que significa extraer un individuo o algo de un grupo o establecimiento, impidiendo su ingreso, dejándolo aparte y discriminándolo. A su vez, formado por el prefijo ‘ex’, que advierte un movimiento de adentro hacia afuera; en combinación con la acción ‘caudere’, que traduce ‘cerrar’.
Por ejemplo, en el periodismo, cuando se habla de la exclusividad, suele relacionarse con algún reportaje único, en el que sólo ese medio obtuvo el permiso para entrevistar algún personaje relevante, o cubrir algún suceso, dejando a los otros sin poder participar de ello. Existen transmisiones exclusivas que sólo transmiten ciertos canales.
En el contexto del marketing, prima la “ley de la exclusividad”, gracias a la cual diversas empresas se posicionan en el mercado, pues equivale a una estrategia crucial.