Etimología

El término ‘fórmula’ hace alusión de una serie de normas que todos los competidores deben cumplir. Este nombre se aculó desde el año 1950, cuando se realizó el “Campeonato Mundial de Pilotos”, mismo en el que regía conjunto de reglas específicas para los monoplazas, por medio de una fórmula en la que se detallaba el cilindraje, la potencia, el peso y el consumo. Y fue por ello, que se decidió que el nombre de esa categoría fuera así.

No obstante, la sola palabra ‘fórmula’ no satisfacía del todo a los directivos, así que teniendo en cuenta que el objetivo era ubicarse como la competición más importante del mundo en este deporte extremo, optaron por combinarlo con el número 1, ofreciendo carreras de monoplazas que deben someterse a una fórmula y a grandes velocidades para luchar por ser los más rápidos y hábiles del mundo.

La temporada de Fórmula 1 está nutrida por varias carreras, denominadas “Grands Prix”, realizadas en circuitos y también en carreteras nacionales, en varias partes del mundo.

El resultado que arroja cada competición se calcula a través de un sistema de puntos, que configuran dos campeonatos mundiales cada año, uno para los constructores y otro para los pilotos como tal.

Se estima que los automóviles de carreras de Fórmula 1 son los más veloces del planeta, pues su velocidad de viraje es impresionante y además éste es muy preciso, gracias a la tecnología que permite maniobrar muy bien la fuerza aerodinámica. Es por ello, que estos autos pueden movilizarse a más de 350 kilómetros por hora y se hallan dotados con motores que alcanzan un rendimiento de 15 mil revoluciones por minuto.

Uno de los pilotos más famosos de la historia de esta categoría, ha sido Michael Schumacher, ganador de siete campeonatos.