Etimología

La palabra mineralogía etimológicamente viene del sustantivo y adjetivo «mineral», mismo que se compone de la raíz minus- que es de origen celta y significa mina, y del sufijo «logía», del griego «λογια», que significa ciencia, estudio, tratado o conocimiento. De ese modo, la mineralogía  comprende el estudio de minerales como el oro y de los otros tantos que existen

Este vocabulario etimológicamente viene del sustantivo y adjetivo «mineral» y del sufijo «logía» del griego «λογια» que indica estudio, tratado o ciencia.

La mineralogía, como rama de la geología, tiene como objeto de estudio la naturaleza química de los minerales, que no son más que los objetos naturales de origen no orgánico del planeta. De este modo, la mineralogía y la química se han relacionado estrechamente desde los tiempos de la alquimia aunque con el tiempo y con la ayuda de los avances químicos y del desarrollo del método científico, esta se centra ahora solo en la composición y clasificación de los minerales.

Dentro de la mineralogía encontramos la cristalografía, la cual es un sistema que se centra exclusivamente en la clasificación de las regularidades observadas en la forma externa de los cristales. La cristalografía se sirve a su vez de la geometría y las matemáticas para justificar las regularidades y dar una base teórica a la clasificación. Gracias a la implementación de rayos X se pudo observar la estructura interna de los cristales y confirmar empíricamente lo que en principio era teoría.

La mineralogía abarca, además, el estudio de las rocas, las cuales han sido empleadas desde los albores de la humanidad para la obtención de materias primas y de cuyo estudio se ocupa la geología. Los ciclos mutables de las rocas reguladas por la erosión, la sedimentación y la metamorfosis, sirven como una especie de documento preciso del cual se puede dilucidar la historia geológica de la Tierra.

Usos y aplicaciones de mineralogía

La mineralogía ha servido para que los seres humanos, al saber de las propiedades químicas de los minerales, puedan usarlos para la obtención de energía mediante la combustión, como en el caso del carbón y el petroleo. Así mismo, los minerales se han usado para la construcción de viviendas mediante la explotación de la arena, la grava, caliza y arcilla, entre otros.

Los metales preciosos y piedras preciosas también son producto de la explotación minera. El oro, la plata y del cobre son usados en la industria para la creación de piezas que deban transmitir energía, dada su buena conductibilidad. Dada la escasez de yacimientos de algunos de estos metales, como el oro, su valor es elevado; también es usado para la elaboración de piezas de joyería (véase: orfebrería)  En el caso de las piedras preciosas, como el rubí, las esmeralda, el zafiro, el ónix y el diamante entre otras, tienen un uso en la industria más bien limitado; no obstante se usan para realizar cortes de alta precisión, la elaboración de relojes o radios.

También se explotan minerales que se pueden fundir y recuperar su dureza, como los metales. De estos elementos se construyen desde utensilios para cortar, instrumentos de cirugía, como piezas de medios de transportes y armas.

Actualmente, la explotación minera ha traído grandes problemas ecológicos y sociales en los territorios en donde son abundantes los yacimientos. Aparte de los problemas de apropiación del territorio por parte de entidades privadas y el desplazamiento de la población, los explosivos, la maquinaria pesada y los químicos usados han degenerado la flora y la fauna cercana a los yacimientos.

En Colombia actualmente se explotan al rededor de 211 minerales.