Definición
Sustantivo femenino. Se trata de una sustancia producida con clorhidrato y hoja de coca. En principio surgió como medicamento producido en laboratorios oficiales, ahora es un estupefaciente elaborado en laboratorios clandestinos.
Etimología
Este término presenta el sentido etimológico de “droga con efectos narcóticos”. Se deriva de la combinación del vocablo ‘kkoka’, en combinación con el sufijo ‘ina’, que alude a una sustancia.
Posee un aspecto de un polvo blanquecino y brillante. En el año 1885, el científico alemán Friedrich Gaedcke la aisló de la planta, aunque tal como se conoce fue autoría de Albert Niemann. Primero fue un producto europeo y luego, Pamberton inventó la bebida French Wine Coca, que dio origen a la cocacola, en 1886.
Posteriormente, Angelo Mariani, inventó la que en su momento fue una bebida apetecida denominaa Vin Mariani, cuyos ingredientes principales eran vinos de Burdeos y hoja de coca. Pero Mariani también experimentó con la cocaína y produjo infusiones, pastillas y distintos elíxires, con objetivos médicos, en especial para los trastornos en el ánimo y para mitigar la fatiga. Uno de los bebedores aficionados más famosos del Vin Mariani, fue el Papa León XIII.
John Stith Pemberton, para competir con el Vin Mariani, concibió la cocacola. Aquel farmacéutico era adicto a la morfina y pretendió reemplazarlo por la cocaína, que inclusive hasta Sigmund Freud la consideraba como buen tratamiento para curar la adicción al opio y las sustancias que se derivan del mismo.
Los efectos secundarios de la cocaína se empezaron a reflejar bastante en sus consumidores, ya que comenzaron a padecer de serias anomalías en el sueño y en su alimentación. Llegado el caso de no poder ingerirla, el individuo entra en un estrés crónico y desespero.
En Norteamérica, al catalogar la cocaína como peligrosa y nociva, fue prohibida por las leyes. En el año 1920, se incluyó en el listado de estupefacientes. Empero, ya se había creado el hábito adictivo en las masas y rápidamente, se ha convertido en un serio problema de salud a nivel mundial y asimismo, de seguridad, ya que múltiples crímenes ocurren en torno de la comercialización ilícita de esta droga.
Las secuelas de consumir cocaína, al igual se observan en una gran cantidad de conflictos asociados con la convivencia social, ocasionado por los trastornos mentales que desencadenan comportamientos agresivos y antisociales, impulsivos, paranoicos y con poca capacidad de autodominio.
De ese modo, con frecuencia experimentan quiebres en su vida social, familiar, laboral e interpersonal, porque todo el tiempo reacciona bruscamente, de forma exagerada o apática y con cambios emocionales extremos.
A la persona que inhala cocaína con alta frecuencia se le denomina cocainómano y suele ser alguien caracterizado por estados irritables y nerviosos. Entran en discusiones acaloradas, se desbordan en la ira y no miden sus palabras ni actos, que terminan por maltratar a los demás y obviamente, deteriorando todas las relaciones.
Otro rasgo muy notable es su posición a la defensiva, ocasionada por los estados paranoicos que genera la cocaína, que en muchos casos conllevan al consumidor a preferir aislarse y cortar nexos comunicativos, hasta con su propia pareja y seres queridos.