Definición
Sustantivo masculino que hace referencia del bienestar físico que brindan circunstancias y condiciones específicas, de eventos o cosas.
Etimología
Esta terminología proviene de la voz inglesa ‘coomfort’, que traduce cómodo y a su vez, ésta se deriva del vocablo latino ‘confortare’, con el sentido de “hacer más fuerte”, constituido por el prefijo ‘con’ (junto), en combinación con la raíz de ‘fortis’, que significa ‘fuerte’, la cual también figura en el verbo ‘confortar’ (dar ánimo y fortaleza).
Los chilenos suelen llamar al papel higiénico ‘papel confort’, debido a que la marca pionera en ese país lleva el mismo nombre.
El confort se puede referir al bienestar ofrecido por algún objeto, como una cama, un sofá o unos zapatos, o también por alguna condición ambiental o subjetiva, como el silencio, la percepción de seguridad, el clima ideal, etc.
Las personas por instinto, desean y buscan el confort en cada instante. En el contexto laboral, puede apreciarse desde la comodidad de un buen asiento, o un sistema de aire acondicionado que refresca en las horas de mayor bochorno, así como el ascensor del edificio o una sala de cafetería y comidas con varios elementos disponibles, entre otros detalles.
En la vivienda, un individuo encuentra su propio confort, según sean sus gustos y prioridades. Ciertas personas relacionan el confort con gozar sus espacios de tiempo libre en su propia casa, por consiguiente existen diversas opciones que pueden elegir, como plataformas de series y películas, tenis de mesa, billar, jacuzzis y muchos otros deleites que se pueden adquirir para equipar el hogar.
En las vacaciones también sobresale el confort, con el sólo hecho de librarse por un lapso de los deberes del trabajo y las obligaciones cotidianas. La mayoría opta por alquilar cuartos de hotel, con variados servicios y con un entorno agradable.
En el sector automotriz, el confort hace alusión del nivel de capacidad que los equipos y los detalles de un vehículo poseen, para volver más cómoda y placentera la experiencia de conducir y quienes se movilizan en el mismo.
Aunque siempre existe un grado de subjetividad en esta palabra en cualquiera de los contextos que se utilice, como en el caso de los vehículos. Empero, rigen unos parámetros establecidos que permiten evaluar el confort, como por ejemplo los ruidos de la cabina y la cantidad de movimiento provocado por el terreno.
Los diferentes aspectos que involucran el confort de los pasajeros y del conductos, se diseñan y ensamblan por especialistas en materia, aunque de acuerdo con estudios, no es bueno que se aísle por completo la percepción del entorno circundante, como los sonidos, ya que es necesario que quien conduce se percate de todo y se mantenga con una actitud alerta, tanto del estado del vehículo, como del camino.
No importa si los cambios son automáticos o manuales, para que exista confort en un vehículo, el engranaje de las marchas ha de caracterizarse por su suavidad y precisión. Si son manuales, la barra debe ser de movimientos cortos y dirigidos. En el caso de los automáticos, brindan mayor comodidad y suavidad, sin necesidad de estar pendiente del embrague.