Definiciona

crédito

C - junio 19, 2023

Definición

Sustantivo masculino. Suma o cuantía de dinero, o cosa equivalente, que alguien le debe a una entidad o persona, y que el acreedor está en obligación exigir. Abono, fianza, pago o acreditación. Prestigio, notoriedad, nombradía, prestigio o celebridad. Tarjeta magnética emitida por una entidad financiera, entidad o almacenes que permite el titular el pago sin efectivo o de un acceso al cajero.

Etimología

La palabra «crédito» proviene del latín «credĭtum», que es el participio pasado del verbo «credere», que significa «creer» o «confiar». En su origen, el término se utilizaba para referirse a la confianza o fe que se depositaba en alguien en términos económicos. El concepto se relaciona con la idea de confiar en la capacidad de una persona para cumplir con sus obligaciones financieras y reembolsar el dinero prestado. A lo largo del tiempo, el término evolucionó para describir tanto la confianza como la transacción financiera en sí.

En la etimología de la palabra «crédito» también se encuentra la raíz «cre-«, que significa «crecer» o «producir». Esto refleja la idea de que el crédito permite que algo crezca o se desarrolle, ya que proporciona recursos que de otra manera no estarían disponibles de inmediato.

El crédito es una forma común de financiamiento que permite a las personas o empresas obtener acceso a fondos para realizar compras o inversiones antes de tener los recursos suficientes para pagarlos en su totalidad. El prestamista evalúa la capacidad de pago del prestatario y establece los términos y condiciones del crédito, como la tasa de interés, plazo de pago y posibles garantías.

El crédito puede tomar diferentes formas, como préstamos personales, hipotecas, tarjetas de crédito o líneas de crédito comerciales. La utilización responsable del crédito implica el pago puntual de las cuotas acordadas y el mantenimiento de un buen historial crediticio, lo cual puede resultar en mayores oportunidades de acceso a créditos futuros con condiciones más favorables. Sin embargo, el incumplimiento de los pagos puede llevar a consecuencias negativas, como la acumulación de deuda, el deterioro del historial crediticio y la posibilidad de ser reportado a las agencias de crédito.

Tipos de crédito

Existen diferentes tipos de crédito que se adaptan a distintas necesidades y circunstancias. A continuación, te mencionaré algunos de los tipos de crédito más comunes:

  • Crédito personal: Es un préstamo que se otorga a una persona para cualquier propósito personal, como pagar gastos médicos, realizar un viaje, comprar bienes duraderos, entre otros. Por lo general, no requiere garantía y se basa en la capacidad crediticia del prestatario.
  • Tarjeta de crédito: Es una línea de crédito revolving que permite a los usuarios realizar compras hasta un límite establecido. El titular de la tarjeta debe pagar al menos el pago mínimo requerido cada mes o puede optar por pagar el saldo total. El no pago del saldo total puede generar intereses.
  • Crédito hipotecario: Es un préstamo a largo plazo utilizado para financiar la compra de una propiedad, como una casa o un departamento. La propiedad adquirida se utiliza como garantía del préstamo, lo que significa que, en caso de incumplimiento, el prestamista puede tomar posesión de la propiedad.
  • Crédito automotriz: Es un préstamo destinado a la adquisición de un vehículo. El automóvil se utiliza como garantía del préstamo y, en caso de impago, el prestamista puede tomar posesión del vehículo.
  • Crédito comercial: Se otorga a empresas y se utiliza para financiar sus operaciones, como la compra de inventario, la expansión del negocio o el pago de gastos operativos. Estos préstamos pueden ser garantizados o no garantizados, y los términos y condiciones varían según la institución prestamista y la solvencia de la empresa.
  • Línea de crédito: Es un acuerdo establecido con una institución financiera que permite al prestatario acceder a una cantidad de dinero específica durante un período determinado. El prestatario puede utilizar y pagar el crédito en función de sus necesidades, pagando intereses solo por el monto utilizado.
  • Crédito estudiantil: Se otorga a estudiantes para financiar sus estudios. Puede ser proporcionado por el gobierno o por instituciones financieras privadas. Dependiendo del tipo de crédito estudiantil, los pagos pueden aplazarse hasta que el estudiante se gradúe.

Estos son solo algunos ejemplos de tipos de crédito. Es importante tener en cuenta que los términos y condiciones de los préstamos pueden variar según la institución financiera y las leyes de cada país.

Tasa de interés de un crédito

La tasa de interés de un crédito es el porcentaje adicional que se cobra sobre el monto prestado, y representa el costo que el prestatario debe asumir por el uso del dinero. La tasa de interés puede variar según varios factores, como el tipo de crédito, la duración del préstamo, el riesgo percibido del prestatario y las condiciones económicas del mercado.

En general, las instituciones financieras determinan la tasa de interés en función de varios elementos, incluyendo:

  1. Política monetaria y tasas de interés del banco central: Las decisiones de política monetaria y las tasas de interés establecidas por el banco central de un país pueden influir en las tasas de interés que se aplican a los créditos. Si el banco central aumenta las tasas de interés de referencia, es probable que las tasas de interés de los préstamos también aumenten.
  2. Riesgo crediticio: La evaluación del riesgo crediticio del prestatario es un factor importante en la determinación de la tasa de interés. Las instituciones financieras considerarán el historial crediticio del solicitante, su capacidad para pagar el préstamo y cualquier garantía ofrecida. Cuanto mayor sea el riesgo percibido, es más probable que se cobre una tasa de interés más alta.
  3. Plazo del préstamo: El plazo del préstamo también puede influir en la tasa de interés. En general, los préstamos a más largo plazo tienden a tener tasas de interés más altas que los préstamos a corto plazo.
  4. Condiciones del mercado: Las condiciones económicas y las tasas de interés prevalecientes en el mercado financiero en general también pueden influir en las tasas de interés de los créditos. Si hay una mayor demanda de crédito o si los costos de financiamiento para la institución prestamista aumentan, es posible que se refleje en tasas de interés más altas para los prestatarios.

Es importante tener en cuenta que las tasas de interés pueden ser fijas o variables. Las tasas de interés fijas se mantienen constantes durante la vida del préstamo, mientras que las tasas de interés variables pueden cambiar con el tiempo según un índice de referencia establecido, como la tasa preferencial o la tasa LIBOR.

Es recomendable comparar las tasas de interés ofrecidas por diferentes instituciones financieras antes de solicitar un crédito, ya que incluso una pequeña diferencia en la tasa puede tener un impacto significativo en el costo total del préstamo.

Plazos de un crédito

Los plazos de un crédito se refieren al período de tiempo en el cual el prestatario tiene que pagar el préstamo completo, incluyendo el capital prestado y los intereses acumulados. Los plazos pueden variar según el tipo de crédito, la institución financiera y las condiciones acordadas entre el prestamista y el prestatario. A continuación, mencionaremos algunos ejemplos de plazos comunes para diferentes tipos de crédito:

Créditos personales: Los plazos para los créditos personales suelen oscilar entre 1 y 5 años, aunque también pueden ofrecerse plazos más cortos o más largos, dependiendo de la institución financiera y la cantidad prestada. Algunas instituciones pueden ofrecer plazos más flexibles, incluso hasta 7 o 10 años, en función del monto del préstamo.

Créditos hipotecarios: Los plazos para los créditos hipotecarios son generalmente más largos debido al mayor monto del préstamo. Los plazos típicos pueden variar desde 10 hasta 30 años, aunque es posible encontrar plazos más cortos o más largos en algunas circunstancias. Es importante tener en cuenta que, a medida que se extiende el plazo, es probable que se acumulen más intereses en el tiempo y que el costo total del préstamo sea mayor.

Créditos automotrices: Los plazos para los créditos automotrices suelen estar entre 2 y 7 años, dependiendo de la institución financiera y del valor del vehículo. Al igual que con otros tipos de crédito, es posible encontrar plazos más cortos o más largos en función de las políticas de cada prestamista.

Créditos comerciales: Los plazos para los créditos comerciales varían considerablemente según la naturaleza del negocio y la finalidad del préstamo. Pueden ser desde plazos cortos, como un mes o unos pocos meses, hasta plazos más largos, que pueden extenderse a varios años.

Es importante considerar el plazo del crédito al evaluar las opciones disponibles, ya que un plazo más corto puede implicar cuotas mensuales más altas, pero resultar en un menor costo total del préstamo debido a una menor acumulación de intereses. Por otro lado, un plazo más largo puede ofrecer cuotas mensuales más bajas, pero implica un mayor costo total del préstamo debido a una mayor acumulación de intereses durante el período extendido.