Etimología

En cuanto a la etimología de la palabra “gameto”, las distintas fuentes señalan que este se encuentra relacionada con el vocablo griego gamétēs, o incluso con la voz gametḗ, las cuales pueden traducirse directamente como “marido” y “marida”, y que fueron empleadas en principio seguramente para señalar la procedencia biológica de cada una de las células sexuales reproductoras.

De acuerdo a los especialistas en Etimología, la palabra “gameto” fue usada por primera vez a finales del siglo XIX, siendo empleada en disciplinas como la Genética y la Embriología, disciplinas estas que eligieron en la lengua clásica griega las palabras que servían para nombrar a cada uno de los miembros de un matrimonio heterosexual.

Al Español, pasó sin embargo como una sola forma, en masculino, tal como era usada en el francés, lengua esta de donde pasó al Español. La Ciencia moderna reconoce como única forma para referirse a las células sexuales reproductoras el vocablo “gameto”.

Características del gameto

De forma general, los gametos pueden ser descritos como células sexuales haploides, pertenecientes a los organismos pluricelulares. Así mismo, la Biología señala que los gametos se producen, en base a células diploides, por medio del proceso de producción y división celular, conocido como meiosis.

Igualmente, cada gameto se distingue por poseer un solo juego de cromosomas, en donde se encuentra una versión única de la información genética que poseerá el nuevo individuo que se forme, es decir, desde la especie a la cual pertenece hasta los detalles de su conformación física.

La unión de los gametos masculino y femenino produce un cigoto o huevo, el cual será diploide, puesto que tendrá pares idénticos de cromosomas. Los gametos se distinguen por tener la imposibilidad de reproducirse o duplicarse por sí mismo, pero sí la cualidad de unirse con el gameto del sexo contrario, para dar paso al huevo o cigoto.

A su vez el proceso de creación de gametos se conoce como gametogénesis, y se produce directamente en las gónadas de los animales. Por su lado, en las plantas o vegetales, el proceso de gametogénesis se produce en los gametangios.

Disparidad de gametos

En la naturaleza, los biólogos han identificado la tendencia a la diferenciación entre los gametos femeninos y masculinos. En el caso de los animales, el gameto femenino se llama ovocito, mientras que el masculino se conoce como espermatozoide. Por su lado, en las plantas, el gameto femenino es identificado como gameto femenino, mientras que el masculino es llamado polen.

Con respecto a la diferenciación de estas células de reproducción sexual, los científicos señalan que casi siempre existe una disparidad, en la que el gameto femenino se muestra como grande e inmóvil, y el gameto masculino tiene tendencia a ser móvil y mucho más pequeño, tal como se puede apreciar por ejemplo en el caso del óvulo femenino humano y el espermatozoide masculino.

No obstante, no siempre en la reproducción sexual se encuentra este patrón de disparidad entre gametos. Por ejemplo, en las plantas y algas que presentan reproducción sexual, se pueden encontrar los siguientes patrones:

Isogamia: cuando los gametos son idénticos. En este tipo de reproducción además ambos gametos son de tipo móvil.

Anisogamia: por su parte, en este caso hay disparidad, puesto que uno de los dos gametos involucrados en la reproducción es más grande e inmóvilque e otro.

Oogamia: se caracteriza por la gran cantidad de reservas nutritivas que hereda el gameto, tras la fecundación. En este tipo de reproducción, el organismo pluricelular encuentra en el gameto femenino fecundado la cantidad necesaria de alimento, que le proveerá nutrición hasta que pueda comenzar una alimentación externa e independiente.

Gametos humanos

Siendo el ser humano un organismo pluricelular, reproducido por medio de la reproducción sexual, en él también se encuentra la producción de gametos.

En el caso de hombre, los gametos masculinos reciben igualmente el nombre de espermatozoide, se crea por medio del proceso de gametogénesis en los testículos. Por su parte, la gametogénesis que da paso a los gametos femeninos u ovocitos, sucede en los ovarios de la mujer.

La unión de estas dos células, contentiva cada una de tan solo 23 cromosomas da origen al cigoto o huevo, contentivo de 23 pares de cromosomas, y que en su desarrollo pasará por las etapas de embrión, feto y bebé, hasta el momento del parto, en el que se encuentra a término y apto para vivir fuera del vientre materno.