Definiciona

neuroquímica

N, Referencia - febrero 29, 2020

Definición

Sustantivo femenino. Palabra compuesta del español, que sirve para señalar la disciplina que se encarga de estudiar los neurotransmisores, así como otras sustancias químicas, responsables de ciertas funciones cerebrales. Así mismo, la Neuroquímica se traza como propósito el estudiar algunas moléculas, que tienen influencia sobre las neuronas, como por ejemplo algunas drogas psicoactivas.

Etimología

Siendo una palabra compuesta, aun cuando ya se ha lexicalizado como una sola partícula, al momento de revisar su etimología lo mejor es analizar cada una de las voces o raíces que la conforman, tal como se ve a continuación:

Neuro-, esta partícula proviene del vocablo griego neuro, el cual puede traducirse como “nervio”. No obstante, en el Español, no constituye una palabra en sí misma, sino que funciona como un elemento radical, con el cual se forman distintas palabras compuestas, como por ejemplo Neurona, Neuralgia o Neurodegenerativo.

-química, por otro lado, en esta palabra también puede encontrarse la partícula –química, la cual ha sido explicada entonces como aquella que procede del latín ars chimica, el cual proviene así mismo de chimia, voz que se traduce como “alquimia”. Algunas fuentes dicen que en su esencia se encuentra emparentada con el árabe andalusí alkímya, palabra que en su traducción significa “piedra filosofal”.  Se cree que pasó al Latín en el siglo XV.

Objetivo de la Neuroquímica

De acuerdo a lo que señala la Ciencia, el cerebro humano cumple sus distintas funciones gracias a un conjunto de sustancias químicas, entre las que se encuentran neurotransmisores, hormonas, proteínas, péptidos, entre otras. De esta manera, la liberación y la síntesis de estas sustancias serían entonces las responsables de la fisiología cerebral, permitiéndole a este órgano controlar todas las funciones corporales.

El propósito u objetivo de la Neuroquímica es entonces identificar y estudiar la naturaleza, comportamiento, alcances y procesos de estas sustancias químicas, entre las que se encuentran los neurotransmisores. Al menos desde las últimas décadas del siglo XX, puesto que en su principio esta Ciencia se basó más en cómo estas sustancias químicas actuaban y se comportaban en zona específicas del cerebro, sobre todo en aquellas responsables en el movimiento.

Historia de la Neuroquímica

En cuanto a la historia de esta disciplina científica, las distintas fuentes coinciden en señalar que el origen de la Neuroquímica se puede ubicar en el año 1950, cuando comenzó a tomar fama entre médicos y especialistas.

Según las fuentes históricas, a mediados del siglo XX, se comenzaron a realizar los “Simposios Internacionales neuroquímicos”. De hecho, de estas reuniones también se realizaron publicaciones que vendrían a darle un fuerte impulso a esta disciplina. Por ejemplo, en el año 1954, salió a la luz el primer volumen de este simposio, publicación que se tituló Bioquímica del desarrollo del sistema nervioso.

Con el tiempo, estos simposios derivaron en la fundación de la Sociedad Internacional de Neuroquímica, así como a la Sociedad Americana de Neuroquímica. Pese a que eran los primeros pasos de esta ciencia, ya para ese entonces los científicos discutían sobre la naturaleza que podían tener ciertas sustancias, a las que se les atribuía una gran influencia en la química y funciones cerebrales. En aquel momento, los especialistas se enfocaban en la serotonina, la histamina y la acetilicolina.

Veinte años después, hacia 1972, los científicos habían dado pasos importantes en el estudio e identificación de los neurotransmisores. Para ese momento, ya se habían identificado también la norepinefrina y la dopamina, al tiempo que se seguían estudios importantes respecto a la serotonina.

Desde entonces es mucho lo que esta Ciencia ha avanzado y comprendido sobre la fisiología cerebral. Desde finales del siglo XX, y principios del siglo XXI, la Ciencia ya reconoce que estas sustancias químicas no sólo le permiten al cerebro enviar señales para el funcionamiento de los distintos órganos, sino también del movimiento corporal e incluso del estado de ánimo del individuo.

El papel de la Neuroquímica en las adicciones a las drogas

En la actualidad, la Neuroquímica realiza algunos esfuerzos para poder ayudar a combatir las adicciones a los estupefacientes. Su objetivo es lograr desarrollar medicamentos para inhibir o activar determinados neurotransmisores. Sin embargo, advierten los especialistas que el tratamiento siempre debe ir en conjunto con una terapia integral psicológica. Un caso que lo ejemplifica es cuando un niño presenta el trastorno de déficit de atención, entonces se le medica con automoxetina, pero a la vez se le brinda una ayuda psicológica. Medicamento sumado a la terapia.

Sustancias internas que estarían detrás de comportamientos adictivos

De acuerdo con los expertos en Neuroquímica, se trata de la serotonina, la dopamina y la noradrenalina, sustancias que produce el mismo organismo, pero que estarían detrás de las adicciones. Argumentan que la dopamina actúa secuestrando el sistema de recompensa. En consecuencia, el cerebro desprende este neurotransmisor ante el estímulo de las drogas, como por ejemplo los opiáceos o la anfetamina, el licor y los alimentos. Así sucede igual con el sexo o el ejercicio.

La serotonina por su parte, se señala por su efecto de inhibición. Consideran que lo más seguro, es que esté muy relacionada con la reversión de la conducta. Igualmente, la noradrenalina parece involucrarse en el coctel, pero específicamente en la inhibiciónque se produce cuando ya se está inmerso en la acción.

Gracias a las últimas investigaciones de Neuroquímica en relación con las adicciones a las drogas, los científicos se plantean la duda de si los cambios en los neurotransmisores se ocasionan debido al abuso de los estupefacientes o si ya existían previamente y en tal efecto, conducen a la adicción.

Un cerebro afectado por la adicción se va modificando fisiológicamente. Las sustancias alucinógenas gustan a las personas debido a que activan enfáticamente el área cerebral del placer. Este efecto incrementa la posibilidad de que el adicto reincida una y otra vez en el consumo.