Conducta

Definición

Sustantivo femenino. Comportamiento y forma de actuar de una persona. La conducta puede ser tanto buena como mala, y no está regida bajo ninguna norma. Es simplemente la forma en la que una persona obra, y se encuentra asociada con la personalidad y la psique de la persona. Por ejemplo, un psicópata tendrá una conducta agresiva.

Etimología

La palabra «conducta» tiene su origen etimológico en el latín «conductus», que significa «guiado» o «dirigido». Esta palabra se deriva de las raíces latinas «con» que significa «junto» o «con», y «ducere» que significa «guiar» o «dirigir«. A su vez, la raíz latina «ducere» se deriva del protoindoeuropeo «*deuk-«, que significa «conducir» o «guiar». Esta raíz también es la base de palabras en otros idiomas, como «tugra» en sánscrito, «toj» en persa y «taik» en griego.

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La conducta es una forma del caracter; no obstante puede, hasta cierto punto, aislarse de este. Por ejemplo, alguien que no sea respuetuoso, puede tener una conducta muy afable durante un lapso de tiempo, o seguir una determinada norma de comportamiento para estar acorde a determinada situación.

Así, la conducta puede referirse al comportamiento de una persona en forma integral y unitotal. Es decir, lo que es siempre, sereno o proactivo, amable o directo, etc. Por ejemplo: «La conducta de Pedro es intachable». Como también puede la conducta referirse a un lapso de tiempo específico: Por ejemplo: «Mientras Teresa estuvo en la casa de los abuelos tuvo una conducta ejemplar». Lo que no quita que luego tenga una conducta sensurable.

Los diferentes tipos de conducta: ¿Cómo se clasifican?

Conducta innata: La conducta innata es aquella que está presente desde el nacimiento y no requiere de aprendizaje. Se trata de conductas que son instintivas y que se dan en respuesta a ciertos estímulos. Por ejemplo, el reflejo de succión en los bebés o la capacidad de caminar en los animales recién nacidos.

Conducta aprendida: A diferencia de la conducta innata, la conducta aprendida se adquiere a través de la experiencia y el aprendizaje. Se trata de conductas que se desarrollan a lo largo del tiempo y que pueden ser influenciadas por el entorno y la cultura. Por ejemplo, aprender a hablar un idioma o a tocar un instrumento musical.

Conducta refleja: La conducta refleja es aquella que se produce automáticamente en respuesta a un estímulo. Se trata de una respuesta involuntaria y automática, como pestañear cuando algo se acerca rápidamente a los ojos.

Conducta voluntaria: La conducta voluntaria es aquella que se realiza de manera consciente y deliberada. Se trata de conductas que requieren de una elección y que pueden ser controladas por la persona. Por ejemplo, elegir qué ropa ponerse por la mañana o decidir si estudiar o no para un examen.

Conducta prosocial: La conducta prosocial es aquella que beneficia a los demás. Se trata de conductas que se realizan para ayudar o beneficiar a otras personas, como donar dinero a una organización benéfica o prestar ayuda en una emergencia.

Conducta antisocial: A diferencia de la conducta prosocial, la conducta antisocial se realiza con la intención de dañar a otras personas. Se trata de conductas agresivas o violentas, como el robo o la agresión física.

¿Cómo influyen los factores sociales y culturales en la conducta?

Factores sociales: Los factores sociales son aquellos que se relacionan con las relaciones entre las personas. Estos factores pueden incluir el estatus social, la posición en la sociedad, las relaciones interpersonales y el entorno social en el que una persona se encuentra. Aquí hay algunos ejemplos de cómo los factores sociales pueden influir en la conducta humana:

Normas sociales: Las normas sociales son reglas y expectativas que establecen cómo las personas deben comportarse en una determinada situación. Estas normas pueden variar según la cultura, la edad y otros factores, y pueden influir en la conducta de las personas. Por ejemplo, la norma social de mantener una distancia personal adecuada en una conversación puede influir en cómo una persona se comporta en una reunión social.

Presión de grupo: La presión de grupo es el fenómeno en el que las personas se ven influenciadas por las actitudes y comportamientos de sus compañeros. Este fenómeno puede tener un gran impacto en la conducta humana, y puede llevar a las personas a adoptar comportamientos que normalmente no adoptarían. Por ejemplo, las personas pueden sentir la presión de un grupo para participar en actividades peligrosas o ilegales.

Influencia social: La influencia social se refiere a la forma en que las personas se ven influenciadas por las opiniones y comportamientos de otros. Esta influencia puede ser positiva o negativa, y puede tener un gran impacto en la conducta de una persona. Por ejemplo, una persona puede cambiar su comportamiento para ajustarse a las expectativas de sus amigos o familiares.

Factores culturales

Los factores culturales se relacionan con las normas, valores y tradiciones de una determinada cultura. Estos factores pueden influir en la manera en que las personas piensan, sienten y se comportan. Aquí hay algunos ejemplos de cómo los factores culturales pueden influir en la conducta humana:

Valores culturales: Los valores culturales son las creencias y actitudes que son valoradas por una determinada cultura. Estos valores pueden influir en la conducta de las personas, ya que establecen lo que se considera correcto o incorrecto. Por ejemplo, la importancia de la honestidad en una cultura puede influir en cómo una persona se comporta en situaciones en las que se requiere honestidad.

Tradiciones culturales: Las tradiciones culturales son los patrones de comportamiento y las prácticas que son comunes en una determinada cultura. Estas tradiciones pueden influir en la conducta de las personas, ya que establecen lo que se considera aceptable o inaceptable en una determinada situación. Por ejemplo, las tradiciones culturales relacionadas con la familia pueden influir en cómo una persona se comporta en situaciones familiares.

Idioma y comunicación: El idioma y la comunicación son elementos importantes de la cultura, y pueden influir en la manera en que las personas se comportan y se relacionan entre sí. Por ejemplo, el uso de diferentes formas de cortesía en diferentes culturas puede influir en cómo las personas interactúan y se comunican entre sí.

Además, los factores culturales pueden influir en cómo las personas perciben y responden a diferentes situaciones. Por ejemplo, en algunas culturas, la expresión de emociones puede ser vista como una debilidad, mientras que en otras se valora la expresión emocional abierta.

Es importante destacar que los factores sociales y culturales no son los únicos factores que influyen en la conducta humana. Otros factores, como la personalidad, la genética y el entorno físico, también juegan un papel importante.

Sin embargo, comprender cómo los factores sociales y culturales influyen en la conducta humana es fundamental para una comunicación efectiva y una comprensión profunda de la diversidad humana. Al entender cómo las diferentes culturas y sociedades ven el mundo, podemos comunicarnos y relacionarnos de manera más efectiva y respetuosa.

La conducta y la salud mental: ¿Cómo están relacionadas?

La conducta se refiere a las acciones, comportamientos y patrones de pensamiento de una persona. Puede ser influenciada por una variedad de factores, como la genética, el ambiente y las experiencias de vida. La conducta puede ser positiva o negativa, y puede tener un impacto significativo en la salud mental y física de una persona.

Por ejemplo, los patrones de pensamiento negativos pueden llevar a sentimientos de tristeza, ansiedad y depresión. Estos patrones pueden incluir pensamientos como «soy un fracaso» o «nunca voy a ser lo suficientemente bueno». Si estos patrones de pensamiento se mantienen durante un largo período de tiempo, pueden llevar a problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad.

Por otro lado, la conducta positiva puede llevar a una mejor salud mental y bienestar emocional. Por ejemplo, la práctica regular de ejercicio puede mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés y la ansiedad. La participación en actividades sociales y la conexión con otras personas también puede mejorar el bienestar emocional y reducir los sentimientos de soledad y aislamiento.

Sumado a lo anterior, la conducta también puede ser influenciada por la salud mental. Por ejemplo, una persona que está experimentando depresión puede tener dificultades para mantener una conducta saludable, como la alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio. La depresión también puede afectar la calidad del sueño, lo que puede tener un impacto negativo en la salud física y mental.

Es importante señalar que la salud mental es un tema complejo y multifacético. No hay una sola causa de problemas de salud mental, y no hay una sola solución. Sin embargo, la comprensión de la relación entre la conducta y la salud mental puede ser útil para promover un bienestar emocional y físico saludable.

Por ejemplo, si alguien está experimentando problemas de salud mental, puede servir buscar apoyo de amigos, familiares o profesionales de la salud mental. También puede ser útil centrarse en la conducta saludable, como la práctica regular de ejercicio, una dieta equilibrada y la conexión con otras personas.

Una conducta ética implica actuar de manera justa y honesta, respetando los valores y normas sociales aceptados. Esto implica no mentir, no engañar, no perjudicar a los demás y actuar con integridad y transparencia.

El respeto es fundamental para una conducta perfecta, ya que implica tratar a los demás con consideración y dignidad. Esto significa escuchar sus opiniones, reconocer sus derechos y no discriminar por razones de género, raza, religión, orientación sexual o cualquier otro aspecto de la identidad.

¿Cómo podemos cambiar nuestra conducta? Estrategias y técnicas efectivas

Identificar el comportamiento que deseamos cambiar

Antes de que podamos cambiar nuestra conducta, debemos identificar el comportamiento que deseamos cambiar. Esto implica reflexionar sobre nuestros patrones actuales y evaluar si son adecuados o no para nuestros objetivos a largo plazo. Por ejemplo, si deseamos llevar un estilo de vida más saludable, podemos identificar patrones de alimentación poco saludables y sedentarismo que necesitamos cambiar.

Establecer metas claras

Una vez que hemos identificado el comportamiento que deseamos cambiar, es importante establecer metas claras y alcanzables. Las metas deben ser específicas, medibles y orientadas hacia el cambio de conducta que deseamos lograr. Por ejemplo, en lugar de establecer una meta vaga de «estar más saludable», podemos establecer una meta específica de «hacer ejercicio durante 30 minutos al día, cinco días a la semana».

Encontrar motivación

El cambio de conducta puede ser difícil, y encontrar la motivación para hacerlo puede ser un desafío. Se necesita encontrar la motivación interna y externa para lograr nuestras metas. Por ejemplo, podemos encontrar motivación interna al centrarnos en los beneficios a largo plazo de nuestro cambio de conducta, mientras que la motivación externa puede provenir del apoyo y el aliento de amigos y familiares.

Utilizar la retroalimentación

La retroalimentación puede ser una herramienta poderosa para el cambio de conducta. La retroalimentación efectiva debe ser específica y orientada a la acción. Por ejemplo, si estamos trabajando para mejorar nuestras habilidades de comunicación, podemos pedir retroalimentación a amigos y colegas sobre nuestro estilo de comunicación y utilizar esta retroalimentación para mejorar.

Practicar el cambio de conducta

El cambio de conducta requiere práctica y perseverancia. Es importante comenzar con pequeños pasos y trabajar gradualmente hacia metas más grandes. La práctica consistente puede ayudarnos a establecer nuevos patrones de comportamiento y superar los patrones antiguos.

Buscar apoyo y recursos

El cambio de conducta puede ser difícil, y buscar apoyo y recursos puede ser útil para superar los desafíos. Podemos buscar el apoyo de amigos, familiares y profesionales de la salud mental para ayudarnos a establecer objetivos y mantener la motivación.

Bibliografía ► Definiciona.com (19 marzo, 2023). Definición y etimología de conducta. Recuperado de https://definiciona.com/conducta/