Definición
El quiliasmo, también conocido como milenarismo, es una creencia religiosa basada en la interpretación de ciertos textos bíblicos, especialmente del Apocalipsis de San Juan, que sostiene que Cristo regresará a la tierra y reinará por mil años antes del Juicio Final. Este reino de mil años, conocido como el Milenio, se considera un período de justicia, paz y prosperidad en el cual Cristo y sus santos gobernarán el mundo. El quiliasmo ha sido una doctrina importante en varios movimientos cristianos a lo largo de la historia, aunque ha sido también objeto de controversia y rechazo por parte de muchas iglesias establecidas.
Etimología
El término «quiliasmo» proviene del latín «quiliasmus», que a su vez deriva del griego «χιλιασμός» (chiliasmos). La raíz griega «χιλιοι» (chilioi) significa ‘mil’, y el sufijo «-ασμός» (-asmos) denota una doctrina o creencia. Así, «quiliasmo» literalmente se traduce como ‘doctrina de los mil años’. Esta etimología refleja directamente la esencia de la creencia: la expectativa de un reinado de mil años de Cristo en la tierra.
El término equivalente «milenarismo» proviene del latín «mille» que significa ‘mil’, y también denota la creencia en el reinado de mil años. Ambos términos son intercambiables y se usan para describir esta misma doctrina escatológica.
Orígenes y Desarrollo Histórico
Primeros Siglos del Cristianismo
El quiliasmo tiene sus raíces en las primeras comunidades cristianas, que interpretaban el libro del Apocalipsis como una profecía literal del regreso de Cristo y su reinado terrenal. Durante los primeros siglos del cristianismo, esta creencia fue ampliamente aceptada por muchos cristianos, especialmente entre aquellos que enfrentaban persecuciones y esperaban una pronta intervención divina que instaurara un reino de justicia.
Uno de los primeros defensores del quiliasmo fue Papías de Hierápolis, un padre de la iglesia del siglo II, quien interpretaba las escrituras de manera literal y creía en un futuro reinado de Cristo en la tierra. También Justino Mártir y Ireneo de Lyon defendieron esta visión, considerando el quiliasmo como una parte integral de la fe cristiana.
Sin embargo, la creciente influencia de la teología alejandrina, que promovía una interpretación alegórica de las escrituras, comenzó a cuestionar y rechazar la doctrina quiliasta. Orígenes, uno de los principales teólogos alejandrinos, argumentó que el lenguaje del Apocalipsis debía ser entendido simbólicamente y no como una profecía literal. Esta perspectiva alegórica ganó terreno y eventualmente se convirtió en la interpretación dominante en muchas partes del cristianismo.
Edad Media
Durante la Edad Media, el quiliasmo experimentó altibajos en términos de aceptación y popularidad. Aunque algunas sectas y movimientos religiosos continuaron defendiendo esta creencia, la Iglesia Católica Romana, influenciada por las enseñanzas de San Agustín, adoptó una postura amilenialista. San Agustín argumentó que el «milenio» descrito en el Apocalipsis debía ser entendido de manera simbólica, representando el período actual de la iglesia entre la primera y la segunda venida de Cristo, y no un futuro reino terrenal literal.
Este enfoque amilenialista se convirtió en la doctrina oficial de la Iglesia Católica, y las creencias quiliastas fueron marginadas. No obstante, movimientos heréticos y grupos disidentes, como los cátaros y los anabaptistas, mantuvieron vivas las expectativas milenaristas, a menudo en oposición directa a la autoridad eclesiástica establecida.
El milenarismo resurgió periódicamente en momentos de crisis y cambio social, donde la expectativa de una intervención divina y la instauración de un reino de justicia y paz resonaban fuertemente entre las masas descontentas. Sin embargo, estas oleadas de quiliasmo fueron generalmente reprimidas por las autoridades eclesiásticas y civiles.
Reforma y Era Moderna
La Reforma Protestante del siglo XVI trajo consigo un renovado interés en las profecías bíblicas y las expectativas milenaristas. Reformadores como Martín Lutero y Juan Calvino, aunque no promovieron directamente el quiliasmo, alentaron una mayor libertad de interpretación de las escrituras, lo que permitió que las ideas milenaristas encontraran nuevos defensores y seguidores.
En el siglo XVII, el movimiento pietista y el avivamiento puritano en Inglaterra y América del Norte también contribuyeron al resurgimiento del quiliasmo. Los puritanos, en particular, vieron la colonización de América como una oportunidad para establecer un nuevo orden social y religioso que pudiera preparar el camino para el retorno de Cristo y su reinado milenario.
El siglo XIX fue testigo de un resurgimiento significativo del quiliasmo en el contexto del Segundo Gran Despertar en Estados Unidos. Movimientos como el adventismo, fundado por William Miller, promovieron activamente la expectativa del inminente regreso de Cristo y el establecimiento de su reino milenario. Aunque la predicción específica de Miller sobre el regreso de Cristo en 1844 no se cumplió, el movimiento adventista continuó creciendo y se diversificó en varias denominaciones, incluyendo los Adventistas del Séptimo Día.
Quiliasmo en el Siglo XX y XXI
En el siglo XX, el quiliasmo continuó siendo una creencia significativa entre ciertos grupos cristianos, especialmente dentro del evangelicalismo y el fundamentalismo. El dispensacionalismo, una interpretación teológica popularizada por John Nelson Darby y la Biblia de Referencia Scofield, promovió una visión futurista y premilenialista del regreso de Cristo. Según esta perspectiva, la historia se divide en diferentes dispensaciones, y la próxima gran intervención divina será el arrebatamiento de los creyentes, seguido de un período de tribulación y el eventual establecimiento del reino milenario de Cristo.
El dispensacionalismo tuvo un impacto duradero en la escatología cristiana moderna, particularmente en Estados Unidos, y ha influido en la cultura popular a través de libros, películas y conferencias. Obras como la serie de novelas «Dejados Atrás» (Left Behind) de Tim LaHaye y Jerry B. Jenkins, basada en interpretaciones dispensacionalistas, han popularizado aún más las ideas quiliastas y premilenialistas entre el público general.
En el siglo XXI, el quiliasmo sigue siendo una creencia sostenida por diversos grupos y movimientos cristianos. Aunque no es una doctrina central para la mayoría de las iglesias principales, continúa inspirando a aquellos que buscan una esperanza escatológica y una intervención divina en el mundo. Los debates sobre el significado y la interpretación del milenio descrito en el Apocalipsis siguen siendo una parte vital de la teología cristiana contemporánea.
Interpretaciones y Variantes
Premilenialismo
El premilenialismo es la creencia de que Cristo regresará antes del inicio del milenio y establecerá su reino en la tierra. Esta perspectiva sostiene que el mundo pasará por un período de tribulación antes del regreso de Cristo, quien derrotará a las fuerzas del mal y reinará con sus santos por mil años. El premilenialismo ha sido particularmente influyente en el evangelicalismo moderno y está asociado con el dispensacionalismo, que divide la historia en diferentes eras o dispensaciones.
Los premilenialistas creen que el milenio será un tiempo literal y futuro de paz y justicia, durante el cual Cristo gobernará desde Jerusalén. Este período será seguido por el Juicio Final y la creación de un nuevo cielo y una nueva tierra. La visión premilenialista enfatiza la literalidad de las profecías bíblicas y espera un cumplimiento futuro de las promesas hechas a Israel y a la iglesia.
Dentro del premilenialismo, existen variantes como el dispensacionalismo premilenial y el premilenialismo histórico. Mientras que el primero divide la historia en dispensaciones y enfatiza la restauración futura de Israel, el segundo se enfoca en una interpretación más continua de la historia bíblica sin hacer distinciones tan marcadas entre la iglesia y Israel.
Postmilenialismo
El postmilenialismo, en contraste con el premilenialismo, sostiene que Cristo regresará después de un período milenario en el que la influencia del cristianismo habrá transformado progresivamente el mundo, llevando a una era de justicia y paz. Según esta perspectiva, el milenio no es necesariamente un período literal de mil años, sino una era extendida en la que el evangelio se difundirá y las sociedades serán reformadas de acuerdo con los principios cristianos.
El postmilenialismo fue particularmente popular en el siglo XIX y principios del siglo XX, en una época de optimismo sobre el progreso humano y la capacidad de la sociedad para mejorar. Esta visión promovía la idea de que el mundo se iría perfeccionando gradualmente mediante el trabajo misionero, la educación y las reformas sociales, hasta alcanzar un estado casi utópico antes del regreso de Cristo.
Sin embargo, los eventos devastadores del siglo XX, como las dos guerras mundiales y la Gran Depresión, disminuyeron la popularidad del postmilenialismo, y muchas iglesias volvieron a perspectivas más pesimistas sobre el curso de la historia humana. A pesar de esto, algunos grupos cristianos todavía sostienen esta visión y trabajan activamente por la transformación social basada en principios cristianos.
Amilenialismo
El amilenialismo, como se mencionó anteriormente, interpreta el milenio de manera simbólica y no espera un reinado futuro literal de mil años en la tierra. Según esta perspectiva, el milenio es una representación del reino espiritual de Cristo, que comenzó con su resurrección y ascensión, y se manifiesta en la vida de la iglesia a lo largo de la historia.
Los amilenialistas creen que el Apocalipsis de San Juan utiliza un lenguaje simbólico para describir las realidades espirituales y las luchas de la iglesia contra las fuerzas del mal. El milenio es visto como el período actual entre la primera y la segunda venida de Cristo, durante el cual el poder de Satanás está restringido y el evangelio se extiende por el mundo.
Esta interpretación enfatiza la naturaleza espiritual del reino de Dios y sostiene que el cumplimiento de las profecías bíblicas no requiere un reino terrenal literal. En lugar de esperar un futuro milenio, los amilenialistas creen que Cristo regresará al final de la historia para llevar a cabo el Juicio Final y establecer un nuevo cielo y una nueva tierra.
Quiliasmo en Diferentes Tradiciones Religiosas
Judaísmo
En el judaísmo, aunque no existe una doctrina equivalente exacta al quiliasmo cristiano, hay expectativas mesiánicas que anticipan la llegada de un Mesías que establecerá un reino de justicia y paz. Estas expectativas están arraigadas en las profecías del Tanaj (Antiguo Testamento), que hablan de un tiempo futuro en el que Dios restaurará Israel y traerá una era de redención.
Las creencias sobre el Mesías y su reino varían entre las diferentes corrientes del judaísmo. Mientras que algunas interpretaciones son más literales y esperan un futuro reinado mesiánico en la tierra, otras son más simbólicas y ven la era mesiánica como una representación del cumplimiento espiritual de las promesas divinas.
El sionismo, el movimiento para el establecimiento y el apoyo del Estado de Israel, ha sido influenciado por estas expectativas mesiánicas, aunque de manera más secular. La fundación de Israel en 1948 fue vista por algunos judíos como un paso hacia el cumplimiento de las profecías bíblicas, aunque no todos los judíos ortodoxos comparten esta visión.
Islam
En el islam, existen creencias sobre una figura mesiánica, conocida como el Mahdi, que aparecerá en los últimos tiempos para restaurar la justicia y la paz antes del Día del Juicio. Esta creencia es más prominente en el chiismo, donde se espera que el Mahdi, el duodécimo imán oculto, regrese para liderar a los musulmanes y establecer un reino de justicia.
En el sunismo, aunque la creencia en el Mahdi es menos central, también se anticipa su llegada como parte de los eventos escatológicos. Según las tradiciones islámicas, el Mahdi trabajará junto con Jesús (Isa) para derrotar a las fuerzas del mal y establecer un período de paz y justicia antes del fin del mundo.
Estas creencias mesiánicas en el islam reflejan una expectativa de intervención divina en la historia humana, similar a las doctrinas milenaristas en el cristianismo, y han influido en movimientos religiosos y políticos en diversas partes del mundo islámico.
Conclusión
El quiliasmo, o milenarismo, ha sido una doctrina significativa en la historia de las religiones, especialmente en el cristianismo. Desde sus primeras formulaciones en la era apostólica hasta su resurgimiento en el evangelicalismo moderno, la expectativa de un reinado milenario de Cristo ha inspirado tanto esperanza como controversia.
Las diversas interpretaciones y variantes del quiliasmo reflejan las complejidades de la escatología cristiana y las diferentes maneras en que las comunidades religiosas entienden y esperan el cumplimiento de las promesas divinas. Mientras que algunos ven el milenio como un evento futuro literal, otros lo interpretan de manera simbólica, viendo en él una representación de las realidades espirituales presentes.
En un mundo en constante cambio y desafío, el quiliasmo continúa siendo una fuente de esperanza para aquellos que buscan una intervención divina en la historia humana y un futuro reino de justicia y paz. Al mismo tiempo, plantea preguntas importantes sobre la interpretación de las escrituras, la relación entre religión y política, y el papel de las creencias escatológicas en la vida contemporánea.