Etimología

Su etimología se origina del término del latín ‘urbs’, que se refiere a la ciudad. En tal sentido, el urbanismo se comprende como el cúmulo de saberes que se hallan relacionados con el estudio de la construcción, creación y diseño de vías, edificaciones y otros elementos de una urbe.

El urbanismo abarca distintas disciplinas que se enfocan en el análisis de los asentamientos poblacionales, efectuando un estudio que diagnostica las maneras como viven los habitantes y las acciones que se pueden emprender con el objetivo de que la convivencia entre ellos sea más armoniosa y adecuada, llevando a cabo proyectos investigativos pertinentes para establecer cuáles son las más acertadas y la viabilidad para implementarse en una determinada ciudad.

El pensamiento urbanístico también se halla relacionado con varias técnicas y prácticas tales como la planificación estratégica, la renovación urbana, la planificación urbanística y otras tantas. El eje del urbanismo en consecuencia, es la planeación, dirigir a las ciudades a otros niveles de progreso y desarrollo, teniendo en cuenta que la gran mayoría fueron fundadas hace más de 100 años y no contaron con la debida planificación para expandirse de la manera como lo han hecho.

Por su parte, se denomina como ‘urbanística’, al campo científico propio del urbanismo, que se encarga de planificar los distintos lugares de encuentros y los no sitios que se encuentran en una ciudad, brindándoles un nuevo destino con la finalidad de que se tornen más productivos y útiles. Los profesionales de esta ciencia trabajan desde una lógica individual y también colectiva, tanto en lo rural, como en lo urbano.

En lo que compete al urbanismo, un detalle crucial es analizar varias aristas que estructuran a una ciudad, como en el ámbito arquitectónico, ecológico, político, económico, cultural, etc. Lo que pretende es englobar todas estas ciencias en pro de que una ciudad se convierta en un espacio perfectamente habitable y satisfaga las necesidades de sus habitantes de manera integral.