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Definición
Verbo transitivo que hace referencia de la acción de abandonar la nación de origen, para vivir en otra distinta. Una buena cantidad de gente a nivel mundial, migran buscando una mejor calidad de vida.
Etimología
Esta terminología presenta el sentido etimológico de “dejar el sitio de vivienda, para trasladarse a otra región, país o continente”. Se adoptó de la voz latina ‘migrare’, cuyo significado es “mudarse de residencia”.
Algunos migrantes, después de un periodo, retornan a su tierra y otros tantos, se quedan para siempre en su nuevo hogar en el país que los recibió.
Determinadas naciones estipulan en sus legislaciones, el derecho a migrar, como por ejemplo Ecuador, Uruguay y Argentina, con una perspectiva favorable de las migraciones. No obstante, cada país es soberano en sus requerimientos para ingresar al mismo.
Si alguien pretende migrar hacia una nación que se encuentra en el mismo continente, pero en otra región, como Canadá, América Central o Estados Unidos, o hacia otros como Asia, Europa, Oceanía y África, es necesario considerar que varios de estos Estados exigen mayores requisitos, como expedir una visa.
No obstante, también es importante tener en cuenta que no todas las veces por contar con una visa, se garantiza el ingreso, lo cual se debe a que los países tienen la posibilidad de rechazar a cualquier persona, si estiman que la visa fue concedida por otro motivo distinto al que demuestra en ese viaje.
Se debe inquirir con anterioridad ante el consulado pertinente, las exigencias para poder ingresar a la nación que desea ingresar, en virtud de la finalidad que se tenga, como por ejemplo asuntos académicos, laborales, espirituales, o si es sólo en calidad de turista.
Otro punto por considerar, es que en todos los Estados, los individuos se encuentran protegidos por las leyes internaciones de los Derechos Humanos y los ampara la asistencia del consulado de su país natal.
Algunos de estos derechos consisten en recibir notificaciones de los derechos que se poseen, según lo señala la Convención de Viena al respecto de las relaciones consulares; poder comunicarse con un funcionario consular de la nación de procedencia. Derecho a ser asistido.
Concretamente, esto implica que los funcionarios de migración han de comunicar de la forma más detallada posible, las razones por las que alguien sería rechazado en el país al que se dirige y contactar al migrante a la brevedad, con la embajada de su nación.
Algunos migrantes huyen de su país, debido a circunstancias de violencia y de alta peligrosidad. Por ende, se les concede el derecho a pedir asilo y no ser deportados cuando entren a la nación donde intentan resguardarse.
Las leyes que amparan a los refugiados, brindan la seguridad de que el individuo pueda tramitar el asilo, como medida preventiva contemplada en el Derecho Internacional.
En gran parte de los casos, el viaje y sus preparativos se llevan a cabo en circunstancias de emergencia, por lo general en lo clandestino y exponiéndose a numerosos riesgos que implican varios modos de violencia y explotación, sobre todo en la población femenina.