Definiciona

economía

E - marzo 9, 2023

Definición

La economía es la ciencia encargada del estudio de la forma de administración del capital, bienes y servicios a gran escala entre las sociedades. Administración razonable de los recursos, buscando los precios más beneficiosos y/o un gasto moderado del capital. Acción de buscar los artículos mas baratos del mercado, en cuyo caso se dice que es está «buscando la economía».

Etimología

El término economía procede latín oeconomĭa, y este a su vez del griego «οἰκονομία», en donde «oikos» significa casa y «nomos» significa «ley». Es decir, es la ley o regulación de la casa, entendida a escala «macro». Aparte del griego, la palabra «economía» también tiene raíces etimológicas en otros idiomas, como el latín y el francés; En latín, la palabra «oeconomia» se utilizaba para referirse a la gestión de la casa o el hogar, y se derivaba de las palabras griegas «oikos» y «nomos». La palabra «oeconomia» se utilizó también en la Edad Media para referirse a la administración de la iglesia y los bienes de la iglesia.

En francés, la palabra «économie» se deriva directamente del latín «oeconomia», y se utilizó en la Edad Media para referirse a la administración de la propiedad y los bienes públicos. Además, la palabra «economía» comparte raíces etimológicas con otras palabras relacionadas con la gestión y la administración, como «administración», «gestión», «dirección» y «control«. Estas palabras también se derivan de las palabras griegas «oikos» y «nomos», y comparten la idea de la gestión o el control de algo.

La historia de la economía

La historia de la economía se remonta a la antigüedad, cuando las sociedades primitivas comenzaron a intercambiar bienes y servicios. A lo largo de los siglos, la economía ha evolucionado y se ha desarrollado hasta convertirse en una disciplina compleja y fundamental en la comprensión de las sociedades modernas.

La economía en la antigüedad

En la antigua Mesopotamia, se desarrolló un sistema de comercio y trueque que permitió a las sociedades intercambiar bienes y servicios. Los sumerios, por ejemplo, utilizaban una forma primitiva de moneda en el siglo III a.C., mientras que los babilonios desarrollaron un sistema de leyes y contratos para regular el comercio. En la antigua Grecia, el filósofo Aristóteles fue uno de los primeros en teorizar sobre la economía, argumentando que la producción y el comercio eran importantes para la sociedad, pero que la acumulación de riqueza no debía ser el único objetivo.

La economía en la Edad Media y el Renacimiento

Durante la Edad Media, la economía estaba estrechamente ligada a la iglesia y a las creencias religiosas de la época. La teología moral se convirtió en la base para la teoría económica, y se argumentaba que la acumulación de riqueza era pecaminosa. Durante el Renacimiento, surgieron nuevas ideas sobre la economía. El mercantilismo se desarrolló como una teoría económica que promovía la exportación de bienes y la acumulación de metales preciosos, mientras que el liberalismo clásico, desarrollado por economistas como Adam Smith y David Ricardo, se enfocaba en la importancia de la libertad individual y el libre mercado.

La economía en la Revolución Industrial

La Revolución Industrial, que comenzó en el siglo XVIII, transformó la economía global. La producción en masa y la mejora en la tecnología de transporte y comunicación llevaron a un aumento en el comercio y la inversión. El surgimiento de la economía de mercado y la competencia feroz entre las empresas se convirtieron en una parte integral de la economía moderna.

La economía moderna

En el siglo XX, la economía moderna se dividió en dos ramas principales: la microeconomía, que se enfoca en la toma de decisiones individuales y la interacción de los agentes económicos en el mercado, y la macroeconomía, que se enfoca en los patrones y tendencias económicas a nivel nacional e internacional. La economía ha evolucionado para abordar temas como la globalización, el desarrollo sostenible y la tecnología, y se ha convertido en una herramienta esencial para la toma de decisiones económicas y políticas.

“El padre de la economía”

La historia de la economía está llena de grandes pensadores y teóricos que han influido en la disciplina. Uno de los nombres más conocidos y respetados en el mundo de la economía es Adam Smith, también conocido como el padre de la economía moderna.

Adam Smith nació en Kirkcaldy, Escocia, en 1723. Estudió en la Universidad de Glasgow y luego en la Universidad de Oxford, donde se interesó en la filosofía y la economía. En 1751, regresó a Glasgow para convertirse en profesor de filosofía moral en su alma mater. Durante su tiempo en Glasgow, Smith desarrolló gran parte de su teoría económica, que luego se convertiría en el libro «La riqueza de las naciones».

Publicado en 1776, «La riqueza de las naciones» es considerado uno de los libros más influyentes en la historia de la economía. En él, Smith desarrolla la teoría de la economía de mercado y la división del trabajo. Smith argumentaba que si los individuos se especializaban en un trabajo específico y comerciaban entre sí, podían producir más bienes y servicios de manera más eficiente. Además, Smith defendía la idea de que la competencia en el mercado era esencial para garantizar la eficiencia económica y la prosperidad general.

Smith también discutió temas como la naturaleza humana y el papel del gobierno en la economía. Argumentaba que el egoísmo humano era una fuerza impulsora en la economía y que el gobierno debía intervenir solo en casos de monopolios o situaciones de mercado injustas.

La teoría económica de Smith tuvo un gran impacto en el mundo de la economía y la política. Sus ideas influyeron en economistas posteriores, como David Ricardo y John Stuart Mill, así como en el surgimiento del liberalismo económico y la economía clásica.

La economía de libre mercado

Es un sistema económico en el que el mercado, y no el gobierno, es el principal regulador de la actividad económica. En un mercado de libre mercado, los precios de los bienes y servicios son determinados por la oferta y la demanda, y los productores y consumidores son libres de tomar decisiones económicas sin intervención del gobierno.

La economía de libre mercado se basa en la idea de que la competencia entre los productores en el mercado es la mejor forma de garantizar la eficiencia económica y la prosperidad general. La competencia estimula a los productores a ofrecer bienes y servicios de alta calidad a precios razonables, y a innovar constantemente para mejorar sus productos y procesos.

Además de fomentar la competencia, la economía de libre mercado también promueve la libertad individual y la propiedad privada. Los individuos son libres de tomar decisiones económicas y de poseer y controlar sus propios recursos y propiedades. Esto fomenta la iniciativa empresarial y la innovación, ya que los individuos tienen incentivos para crear y desarrollar nuevos negocios y productos.

Sin embargo, algunos críticos de la economía de libre mercado argumentan que puede llevar a desigualdades económicas y sociales extremas. A medida que los productores compiten entre sí, algunos pueden adquirir una ventaja sobre otros y llegar a dominar el mercado, lo que puede llevar a monopolios y oligopolios que limitan la competencia y aumentan los precios. Igualmente, algunos argumentan que la economía de libre mercado no tiene en cuenta los costos sociales y ambientales de la producción, lo que puede llevar a externalidades negativas para la sociedad y el medio ambiente.

A pesar de estas críticas, la economía de libre mercado sigue siendo un modelo económico popular en todo el mundo. Muchos países han adoptado políticas de libre mercado en las últimas décadas, y las economías más prósperas y exitosas suelen tener sistemas económicos que favorecen la libre empresa y la competencia.

¿Cómo funciona la economía en el mundo?

La economía mundial se divide en dos categorías principales: economías desarrolladas y economías en desarrollo. Las economías desarrolladas son aquellas que se caracterizan por tener altos niveles de ingresos per cápita, altos niveles de vida y un alto grado de industrialización. Las economías en desarrollo, por otro lado, tienen niveles de ingresos per cápita más bajos y menores niveles de vida, aunque pueden estar en proceso de desarrollo.

La economía global se halla interconectada y las economías de los diferentes países están vinculadas a través de los mercados globales. Los países importan y exportan bienes y servicios, lo que genera flujos comerciales y financieros entre ellos. El comercio internacional también implica una transferencia de tecnología y conocimientos, lo que puede ayudar a las economías en desarrollo a cerrar la brecha con las economías desarrolladas.

El funcionamiento de la economía mundial depende en gran medida de la política económica de cada país y de la cooperación internacional. Los gobiernos de los diferentes países utilizan políticas fiscales y monetarias para gestionar la economía, controlando la oferta de dinero y los tipos de interés, y aplicando impuestos y gastos para estimular el crecimiento económico.

De igual manera, se ve afectada por otros factores, como los cambios en los precios de las materias primas, las fluctuaciones en los tipos de cambio y los conflictos políticos. Estos factores pueden tener un impacto significativo en la economía, generando volatilidad en los mercados y afectando a las tasas de inflación y al crecimiento económico.

Usos y aplicaciones de economía

Es uno de los principales cimientos de la sociedad actual. Regula procesos de intercambio de productos y de divisas entre pueblos y naciones.

El término «oikonomia» fue utilizado por primera vez por Jenofonte, un filósofo griego, en su obra «Oeconomicus». En esta obra, Jenofonte habla sobre la gestión de una casa y cómo esta debe ser administrada de manera eficiente para obtener el máximo beneficio. El término fue utilizado más tarde por Aristóteles en su obra «Política«, donde habla sobre la gestión de la economía en una ciudad-estado.

Durante la Edad Media, el término «economía» se utilizó en el sentido de administración de los recursos de una ciudad o país. El padre de la economía moderna, Adam Smith, utilizó la palabra «economía» en su obra «La Riqueza de las Naciones», publicada en 1776, para referirse a la ciencia que estudia la producción, distribución y consumo de bienes y servicios.

En la actualidad, la economía es una ciencia social que se ocupa del estudio de la actividad económica de las sociedades. Se divide en dos ramas principales: la microeconomía, que se enfoca en el estudio del comportamiento de los individuos y las empresas en el mercado; y la macroeconomía, que se ocupa del estudio de la economía en su conjunto, incluyendo aspectos como el crecimiento económico, el empleo y la inflación.

Además de su origen en la administración del hogar, la etimología de la economía también está relacionada con la idea de la escasez de recursos y la necesidad de asignarlos de manera eficiente. En la economía clásica, se asume que los recursos son limitados y que las necesidades humanas son ilimitadas, lo que crea la necesidad de tomar decisiones sobre cómo utilizar los recursos de manera eficiente.

La economía también está estrechamente relacionada con otras disciplinas, como la política, la sociología y la psicología. Por ejemplo, la política económica se refiere a las decisiones que toman los gobiernos en relación con la economía, como la regulación de los mercados y la política fiscal. La sociología económica se enfoca en cómo la economía afecta a las sociedades y las estructuras sociales, mientras que la psicología económica se ocupa del estudio de cómo los individuos toman decisiones económicas y cómo se ven afectados por factores psicológicos como la aversión al riesgo o la procrastinación.

En términos más contemporáneos, la economía también se ha expandido para abordar temas como la economía verde, la economía circular y la economía del conocimiento. La economía verde se enfoca en el desarrollo sostenible y la reducción de la huella ecológica, mientras que la economía circular se enfoca en el uso eficiente de los recursos y la reducción de los residuos. Por su parte, la economía del conocimiento se enfoca en la creación y distribución de conocimiento y tecnología como un motor clave del crecimiento económico.