Electrón

Definición

Estudiado dentro de la Química, la Física y la nanotecnología, entre otra ciencias, se trata de una de las partículas del átomo, que giran en torno al núcleo y con carga eléctrica negativa.

Etimología

Del latín «electrum», que era utilizado para referirse a algo que emitía algún tipo de brillo o destello. Este término, a su vez, procede del griego ἤλεκτρον, «électron», con significado de «ámbar». Sin embargo, en su acepción contemporánea, el término electrón es la españolización del inglés «electron», a su vez tomado del término «electric», que significa «eléctrico«, y «ion», con igual significado, tomada del griego por el físico G.J. Stoney a finales del siglo XIX.

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La historia del electrón

El electrón fue descubierto por J.J. Thomson en 1897 durante sus experimentos con tubos de rayos catódicos. Al utilizar campos magnéticos y eléctricos para desviar los rayos, Thomson observó que los rayos consistían en partículas cargadas negativamente, que él llamó «corpúsculos». Estos corpúsculos eran mucho más pequeños que los átomos, lo que sugiere que eran parte de los átomos en sí mismos.

La teoría atómica de Thomson, conocida como el «modelo del pudín de pasas», sugiere que los corpúsculos negativos se encontraban dispersos en una «masa» de carga positiva, lo que dio lugar al átomo neutro. Esta teoría fue más tarde reemplazada por el modelo del átomo de Rutherford, en el que se propuso que la carga positiva estaba concentrada en un núcleo central, mientras que los electrones orbitaban alrededor del núcleo.

A pesar de su descubrimiento hace más de un siglo, el origen exacto de los electrones sigue siendo un tema de investigación activa en la física de partículas. Según la teoría actual, los electrones se originaron poco después del Big Bang, en un período conocido como la época de la re-combinación. Durante este tiempo, los átomos se formaron a partir de iones cargados que se unieron para formar átomos neutros, y los electrones se convirtieron en una parte integral de la estructura atómica.

Principales científicos estudiosos del electrón, aparte de J.J. Thompson:

Robert Millikan

En 1909, Millikan llevó a cabo el famoso experimento de la gota de aceite, que le permitió medir la carga del electrón con gran precisión. Utilizando este experimento, Millikan demostró que la carga del electrón era siempre la misma y que su valor era aproximadamente 1,6 x 10^-19 Coulombs.

Werner Heisenberg

En 1927, Heisenberg desarrolló el principio de incertidumbre, que establece que es imposible medir con precisión la posición y la velocidad de un electrón al mismo tiempo. Este principio fundamental de la física cuántica es fundamental para entender el comportamiento de los electrones y otras partículas subatómicas.

Louis de Broglie

En 1924, de Broglie propuso que las partículas subatómicas, como los electrones, también tenían propiedades ondulatorias. Esta teoría se conoce como la dualidad onda-partícula y es una de las ideas centrales de la física cuántica.

Richard Feynman

En la década de 1940, Feynman desarrolló la teoría de la electrodinámica cuántica (QED), que describe la interacción de los electrones y los fotones. Esta teoría es fundamental para entender la naturaleza de la luz y la electricidad, y ha sido confirmada por numerosos experimentos.

Aquí presentamos algunos de los principales hitos en la historia del electrón:

Descubrimiento del electrón

En 1897, el físico británico J.J. Thomson realizó experimentos con tubos de rayos catódicos y descubrió la presencia de partículas de carga negativa, a las que llamó electrones.

Medida de la carga del electrón

En 1909, el físico estadounidense Robert A. Millikan midió la carga del electrón con gran precisión utilizando su famoso experimento de la gota de aceite.

Teoría del átomo de Bohr

En 1913, el físico danés Niels Bohr propuso un modelo del átomo en el que los electrones se mueven en órbitas circulares alrededor del núcleo y solo pueden ocupar ciertos niveles de energía discretos.

Principio de incertidumbre de Heisenberg

En 1927, el físico alemán Werner Heisenberg formuló su principio de incertidumbre, que establece que no se puede conocer simultáneamente la posición y la velocidad de un electrón con precisión infinita.

Creación del microscopio electrónico

En 1931, los físicos alemanes Ernst Ruska y Max Knoll crearon el primer microscopio electrónico, que permitía ver objetos a una escala mucho menor que la que era posible con un microscopio óptico.

Teoría cuántica de campos

En la década de 1940, los físicos Richard Feynman, Freeman Dyson y Julian Schwinger desarrollaron la teoría cuántica de campos, que describe cómo los electrones y otras partículas elementales interactúan mediante la emisión y absorción de partículas virtuales.

Desarrollo de la electrónica

Desde la invención del primer transistor en 1947, la electrónica ha experimentado un rápido avance, gracias a la capacidad de controlar y manipular los electrones en circuitos electrónicos.

Descubrimiento del neutrino

En 1956, el físico estadounidense Clyde Cowan y su equipo detectaron por primera vez el neutrino, una partícula elemental que apenas interactúa con la materia ordinaria y que es producida en ciertas reacciones nucleares, incluyendo la desintegración beta en la que se emite un electrón.

La función del electrón en la bomba atómica

La bomba atómica es una de las aplicaciones más conocidas y tristemente famosas de la física nuclear. El electrón, como una partícula subatómica fundamental, juega un papel clave en la estructura atómica y, por lo tanto, en la comprensión de la energía nuclear y la tecnología que la rodea.

La bomba atómica se basa en la fisión nuclear, la división de un núcleo atómico pesado en dos o más fragmentos más pequeños, liberando una gran cantidad de energía en el proceso. La fisión se logra al bombardear un núcleo atómico con neutrones, que son partículas subatómicas sin carga. Algunos de estos neutrones son absorbidos por los núcleos, lo que los hace inestables y propensos a la fisión.

El electrón, por otro lado, es una partícula subatómica con carga negativa que orbita alrededor del núcleo atómico. La carga negativa del electrón y la carga positiva del núcleo mantienen unidos los átomos y, por lo tanto, son esenciales para la formación de moléculas y materiales.

El proceso de fisión que se utiliza en las bombas atómicas implica la liberación de una gran cantidad de energía en forma de radiación, incluidos los electrones libres que se liberan de los átomos. Estos electrones libres son responsables de gran parte del daño a los tejidos y la materia que se produce en las explosiones nucleares.

Sin embargo, los electrones también se utilizan en otras aplicaciones de la energía nuclear que son menos destructivas. Por ejemplo, los electrones se utilizan en la generación de energía nuclear a través de la fisión controlada en reactores nucleares, donde la energía se libera de manera controlada para producir electricidad.

Descubrimientos cuánticos mágicos

El experimento de la doble rendija, también conocido como el experimento de Young, es uno de los experimentos más famosos y fascinantes en la historia de la física. Fue realizado por el físico británico Thomas Young en 1801 y ha sido objeto de estudio y discusión desde entonces.

El experimento consiste en enviar un haz de luz a través de una placa con dos rendijas paralelas y observar el patrón de interferencia que se produce en una pantalla colocada detrás de la placa. Lo sorprendente es que el patrón de interferencia no se explica por la teoría clásica de la luz, que considera que la luz se comporta como una onda que se propaga en línea recta. En cambio, el patrón de interferencia sólo se puede explicar por la teoría cuántica, que considera que la luz se comporta como una partícula que también tiene una naturaleza ondulatoria.

El experimento de la doble rendija es un ejemplo clásico de la dualidad onda-partícula en la física cuántica. Según la teoría cuántica, las partículas pueden comportarse como ondas y viceversa. En el caso de la luz, se comporta como una onda cuando se propaga a través del espacio, pero también puede comportarse como una partícula cuando interactúa con la materia.

El experimento de la doble rendija también se puede realizar con otras partículas, como electrones o átomos. Cuando se realiza con electrones, el patrón de interferencia es similar al de la luz, lo que demuestra que los electrones también tienen una naturaleza ondulatoria. Este descubrimiento tuvo importantes implicaciones para la física cuántica y llevó a la formulación de la teoría de la mecánica cuántica.

Además de su importancia teórica, el experimento de la doble rendija también tiene aplicaciones prácticas. Por ejemplo, se utiliza en la tecnología de holografía, donde se emplean haces de luz para producir imágenes tridimensionales.

Usos y aplicaciones del electrón

Sirve en la dinámica de los átomos. La descomposición del electrón genera energía electrónica.

El electrón es una de las partículas subatómicas fundamentales, que forma parte de la familia de los leptones. Se trata de una partícula con carga negativa y un tamaño extremadamente pequeño, que es crucial para la comprensión de la estructura y el comportamiento de la materia.

La existencia del electrón fue descubierta por J.J. Thomson en 1897, a través de sus experimentos con tubos de rayos catódicos. A partir de estos experimentos, Thomson propuso que los electrones eran los portadores de la carga eléctrica negativa en los átomos. Más tarde, en 1909, Robert Millikan realizó su famoso experimento de la gota de aceite, que permitió medir la carga y la masa de los electrones con una precisión sin precedentes.

La carga eléctrica del electrón es igual en magnitud pero opuesta en signo a la del protón, la otra partícula fundamental que forma parte del núcleo atómico. Por lo tanto, los átomos son eléctricamente neutros debido a la presencia de igual número de electrones y protones.

El electrón también posee propiedades ondulatorias, lo que se refleja en su comportamiento a través de la mecánica cuántica. Los electrones pueden ser descritos como ondas de probabilidad, que muestran la probabilidad de encontrar al electrón en un lugar determinado en un momento dado.

La forma en que los electrones están organizados en los átomos determina sus propiedades químicas, y su movimiento a través de los materiales permite la conducción de electricidad y el comportamiento de los materiales como conductores, semiconductores o aislantes.

Los electrones pueden ser excitados por la absorción de energía, lo que puede llevar a su emisión en forma de luz, calor u otras formas de radiación. Esto es esencial para la tecnología de la iluminación y la electrónica, así como para la comprensión de la radiación electromagnética y la física cuántica.

Los electrones también son capaces de interactuar con otras partículas subatómicas, como los neutrinos, los muones y los bosones W y Z, a través de las fuerzas electromagnéticas y débiles. Estas interacciones son esenciales para la comprensión de la física de las partículas y la comprensión de los fenómenos astrofísicos, como las supernovas y las estrellas de neutrones.

En la tecnología moderna, los electrones se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, desde la tecnología de la información hasta la medicina y la energía. La tecnología de los semiconductores, que se basa en la manipulación de los electrones en materiales como el silicio, es fundamental para la electrónica moderna. Los electrones también se utilizan en la tomografía por emisión de positrones (PET) y en la radioterapia, en la que se utilizan haces de electrones para destruir células cancerosas.

Bibliografía ► Definiciona.com (9 marzo, 2023). Definición y etimología de electrón. Recuperado de https://definiciona.com/electron/